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Messi vuelve a ser un 10

En su enésima metamorfosis, Lionel Messi abandonó su posición de falso delantero para abarcar todo el frente de ataque del Barcelona, que agradece la inmensa influencia que el argentino tiene ahora en todos las fases de su fútbol.

El crack vuelve a ser un 10. El partido del martes reflejó ese nuevo Messi, que en realidad tiene muchas cosas del antiguo Messi, el jugador que tanto impactó en los inicios de su carrera. El Barcelona ganó 1-2 en campo del Manchester City con una exhibición del argentino, convertido en un atacante total.

Messi participó en los dos goles de su equipo, anotados por Luis Suárez. En el primero, puso un balón profundo desde su banda derecha, y en el segundo fue él el encargado de iniciar la jugada de ataque con una conducción magistral que continuó con un pase hacia Jordi Alba, preludio del exitoso remate final de Suárez.

No sólo eso, sino que Messi tuvo una influencia aplastante en la victoria del Barcelona, especialmente en la primera parte. Partiendo desde la banda derecha, se movió por todas las zonas del campo y muchas veces hasta pareció un centrocampista más. Incluso robó balones.

El amplio recorrido de Messi tuvo su eco en la prensa. Por ejemplo, el diario As lo comparó con Alfredo Di Stéfano, un jugador total considerado el primer revolucionario del fútbol.

"Se echó atrás, hasta el campo propio, para cortar o recibir y luego arrancar la jugada, a 60 o 70 metros del marco rival, pero acompañando la jugada hasta el último tramo, hasta el pase desequilibrante en la frontal del área, o hasta el remate, si se daba el caso. Un Messi nuevo, más completo, con una influencia permanente en el juego", suscribió el diario madrileño.

Por su parte, El País destacó que Suárez "remató el desequilibrio generado por Messi".

Las estadísticas avalan la rentabilidad del argentino esta temporada. No sólo lleva 37 goles, sólo cuatro menos que en toda la pasada campaña, sino que ya suma 18 asistencias entre todas las competiciones, una cifra de pases que supera a las obtenidas en las dos anteriores temporadas.

Su actuación ante el Manchester City sólo tuvo la mancha del descuento. Le hicieron un penalti, señal de que su actividad en el área se mantiene intacta, pero erró el lanzamiento y el posterior rechace. Además, era el tercero que fallaba el argentino en esta temporada de los seis que ha lanzado hasta el momento.

Por eso, y a pesar de su exhibición, se marchó del campo con la mirada puesta en el suelo y sin celebrar el importante triunfo de su equipo. Sin duda, Messi ya busca la revancha con su mente puesta el sábado ante el Granada en la Liga.

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