Málaga sueña. En parte gracias a un chaval de 20 añitos que, de fijarse tanto en Di María, hoy cuesta bastante diferenciarlos. Samu Castillejo hizo lo que quiso con la defensa madrileña. Es un incordio insufrible. Y encima, puso la guinda con la sublime jugada del 3-1, pura demostración de velocidad y desborde. En una baldosa se fabricó una asistencia de oro para que Horta siga cogiendo confianza.

El equipo de Javi Gracia cuajó otro encuentro sobresaliente, pero se topó con su habitual carencia de dinamita para reventar los partidos. Aun así, consiguió ser el dueño del botín gracias a la excelente forma que tuvo el equipo de encajar los golpes del Getafe.

Mención especial para el latigazo de Darder, que sin ser pulcro técnicamente no deja de mostrarse efectivo tanto en los regates como en los disparos lejanos. Ayer limpió las telarañas de la portería de Jona para dar vida al equipo tras el 1-1.

Sin olvidar que Juanmi ha roto a goleador. En el Camp Nou tiró de velocidad, y en La Rosaleda sacó a relucir su excelente capacidad de colocación en el área. Irrumpió en el momento justo para permitir que Rosales se apuntara la primera asistencia del curso. Cuando le sale todo a todos, es la viva prueba del estado anímico de este equipo. Incluso Kameni se tomó la licencia de encogerle el corazón al estadio con un par de errores. Pero nada que un triunfo no ayude a olvidar.