La pelota de Papel

Hay Liga en Madrid

  • Redoblar los esfuerzos en los frentes europeos casi hace tropezar de nuevo al Barça. Que sea el Real Madrid o el Atlético el que siga en Champions puede definir las jornadas claves de la Liga.

Luis Enrique pidió en la previa del partido ante el Valencia que el público, que en las últimas temporadas está más pendiente de hacer fotos a Messi que de animar, recuperara para el imponente coliseo esas tardes de verdadera pasión futbolera. El asturiano sabía del peligro que aguardaba la cita, aun después del concluyente 1-3 de París: el brillo de las estrellas de la Champions ciega a los jugadores, que apenas divisan las complicaciones que traen los partidos emparedados entre la ida y la vuelta de las eliminatorias continentales.

Y los temores de Luis Enrique quedaron más que justificados a pesar del golpe seco en el vientre valencianista que propinó Luis Suárez a los 55 segundos de juego. Un equipo del nivel del actual Valencia, que ansía con fundamentalismo esa plaza de Champions y que preparó el partido ante el líder durante toda una semana, tejió el partido a su conveniencia ante un Barça absorto. A nadie le hubiera extrañado el segundo tropiezo seguido de los azulgrana tras lo de Sevilla. Y que el Madrid lo desbancara, pues, de la cima.

No fue así, siguen los dos puntos entre uno y otro, y a los blancos no les queda otra que ganar los seis partidos que les restan y que el Barça tropiece en alguno. Los culés reciben a Getafe, Real Sociedad y Deportivo, mientras que visitan a Espanyol, Córdoba... y Atlético. Aquí radica la gran esperanza blanca. En el vecino. Y aquí es donde el partidazo de mañana en el Bernabéu, por un hueco en una semifinal de Champions, se teñirá también con los colores de la Liga.

¿Por qué? Porque esas semifinales de la máxima competición continental tienen fijadas sus fechas entre las jornadas 35ª, 36ª y 37ª, justo cuando los candidatos al título acometen las últimas etapas montañosas. A saber: el Real Madrid visita el Ramón Sánchez-Pizjuán, único estadio que aún no ha registrado un 2 en la quiniela esta temporada, apenas tres o cuatro días antes de la ida de semifinales. Y entre la ida y la vuelta, el Valencia se planta en el Bernabéu. En cambio, en esas dos jornadas, el Barça, que tiene pie y medio en esas semifinales de Liga de Campeones, va a Córdoba y recibe a la Real Sociedad. Nada que ver con los frentes del Madrid.

La complicación para el Barcelona vendría justo después de resolver su posible pase a la final de Berlín. Entonces, en la jornada 37ª, los azulgrana van al Calderón mientras que el Madrid afronta una salida propicia, sobre todo si el Barcelona se juega algo: el Espanyol. Que el Atlético se tome con su habitual ardor la visita del Barça dependerá de dos factores. El primero se cuece mañana en Chamartín: si los colchoneros eliminan al Madrid y por tanto, en esa penúltima jornada de Liga, vienen de librar la vuelta de unas duras semifinales de Champions, el líder no cargará con el hándicap de un mayor cansancio que el rival. Y encima, los colchoneros pueden atemperar aún más su interés en la Liga si se vuelven a meter en la final.

Quiere ello decir que mañana, el Madrid se juega avanzar en la Champions, e indirectamente, hacerlo en la Liga: apear al Atlético haría que éstos recibieran más frescos al Barça y sin la distracción europea. ¿Y los atléticos van a servir en bandeja el título a sus vecinos? El único factor que puede hacer que el Atlético vaya con todo ante el Barça es que no tenga asegurada la tercera plaza. Puede que sí, puede que no. Más seguro es que Sevilla y Valencia, que pugnan por la cuarta plaza, no aflojarán un ápice su intensidad cuando se enfrenten con el Real Madrid.

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