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Las sensaciones y las opciones

  • El equipo salió a por el partido, con más intenciones que juego y la lección aprendida Amrabat fue una amenaza constante Con Javi Guerra el sistema varió a medias, a veces con dos delanteros, otras no

COMO si fuera la enésima oportunidad de conseguir la séptima plaza afrontaba el Málaga su partido en La Rosaleda, un encuentro que marcaba las posibilidades del equipo de conseguir ese pasaje tan deseado que le pueda devolver a Europa.

Despejando dudas, el equipo salió a por el partido, con más intenciones que juego y con la lección aprendida de que debe tener el balón para sentirse cómodo. Sin embargo, no fue efectivo y a veces sí inoperante en la ejecución y circulación de balón.

El camino hacia la portería contraria lo acometía con un buen plan: laterales profundos , movimientos a la espalda y una movilidad clara de los tres de arriba; lo único que faltaba eran tanto las ocasiones como el gol.

Amrabat fue una amenaza constante, viviendo en la espalda del lateral y poniendo a prueba a los centrales. Suyas fueron las jugadas de mayor peligro, aunque no encontraron rematador.

El Elche vivía de los contragolpes muy bien hilvanados, con precisión, movilidad y velocidad. Fruto de ello llegó el primer tanto, una jugada que el Málaga no acertó a frenar y que trazó el equipo alicantino de manera eficaz.

Tras el mazazo, llegó el momento de Javi Gracia. En anteriores ocasiones decidió esperar el transcurso del segundo tiempo, en esta ocasión apostó por Javi Guerra en detrimento de Samu Castillejo. La verdad es que el canterano no está pasando por su mejor momento.

El sistema varió a medias, a veces con dos delanteros, otras con permuta en posiciones de mediapunta; Juanmi pasó a jugar en banda.

El equipo entendió el mensaje del entrenador: "Hay que atacar". Y generaron muchas ocasiones, a veces descuidando en exceso la defensa, demostrando falta de vigilancia defensiva.

Samu mostró una buena versión en los últimos metros, de hecho sirvió un buen balón a Guerra, que fue objeto de penalti.

Duda, que hasta ese momento, estaba dando una gran versión, fue desquiciado por Damián Suárez en los momentos previos al lanzamiento del penalti. Si un jugador no está mentalmente en un estado de concentración, es muy difícil definir de manera óptima, y eso es lo que le pasó al luso, que además vivió con el peso del error el resto del partido.

El Málaga siguió volcado y el Elche seguía las directrices de su plan, motivo por el cual ello llegó el segundo, donde los defensores blanquiazules no priorizaron bien los marcajes.

En pleno abandono de los aficionados, Javi Guerra metió al equipo en el partido, sin embargo, el balón no quiso entrar. Ahí moría el partido y quizás las opciones europeas, la barrera se hace más alta por las sensaciones que nos trasmite el equipo que por las posibilidades reales de entrar en esa posición.

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