Otro asunto se cruza en el horizonte del Málaga. Se trata de la demanda que interpuso en el Juzgado de lo Mercantil hace unas semanas el grupo BlueBay, en la que, entre otras cosas, se suplicaba una supuesta irregularidad en la tenencia de la mayoría accionarial del club, así como la prohibición de formalizar cualquier operación con esas acciones por parte de Abdullah Al-Thani, Abdullah Ghubn y la sociedad NAS Football, sociedad que aglutina esas 565.861 acciones. Está previsto que mañana se celebre la vista oral del caso, que iniciará el proceso para determinar quién lleva razón.

Reina una relativa tranquilidad en la entidad de Martiricos. Como ya comunicaron en su día a través de un desmentido oficial, volverán a alegar que los procesos de negociación y trabajo conjunto con los socios de BlueBay no llegó a concretarse en un acuerdo escrito por la falta de presentación de aval para lo hablado. Por su parte, desde la empresa hotelera se insiste en una fraudulenta operación para cambiar la posesión de las acciones del jeque de una sociedad a otra, que se otorgó un capital de 30 millones de euros para ayudar al Málaga durante el tiempo que duró su colaboración y que ha de reconocerse el 49% de posesión de la propiedad del Málaga por parte de Jamal Iglesias, máximo exponente de BlueBay, y sus colaboradores.

Ante esta situación, caben dos realidades posibles: que el juez dé la razón al Málaga y la denuncia de los empresarios quede reducida a nada, o que dicte sentencia en favor de BlueBay, lo cual reconocería su participación en la entidad y le haría partícipe tanto de la mayoría accionarial como de la realidad administrativa del club, incluida su deuda.