unicaja | fc barcelona

20 años son muchos

  • El descanso del partido sirvió para homenajear a los héroes del subcampeonato Miller, presente por vídeo, y Ansley, únicos ausentes Faltó la guinda del triunfo cajista

Justamente hoy se cumplen los 20 años de aquel triple de Ansley. El punto y final a los festejos de aquella inolvidable gesta sin triunfo fue una fiesta con un punto de melancolía, como de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Los grandes preámbulos que todo el Unicaja, con su departamento de comunicación al frente, preparó durante meses quizá superaron al acto. El mediocre estado de forma del equipo, alguna ausencia, algún desajuste logístico y la aparición extemporánea del alcalde con sus consiguientes pitos, no obstante, no mermaron la intensidad de los 10 minutos de homenaje en el descanso del encuentro.

Sólo faltaron Mike Ansley y Kenny Miller, los dos americanos. El primero hizo a su fama de informalidad. "Cosas de Mike", se reían sus compañeros, como recordando trastadas de mucho mayor calado que la de ayer. Dio su conformidad al viaje pero desde semanas atrás dejó de contestar mensajes. El baño de gloria que se dio el año pasado antes de un partido de Euroliga ante el Fenerbahce le pareció suficiente. Partidos con su escuela de baloncesto en Polonia fueron los aparentes motivos. Cosas de los que siempre fueron diferentes.

Un emotivo mensaje en vídeo de Kenny Miller, que rehace su vida tras complicados momentos personales y tras encontrar un trabajo como empleado de seguridad en una prisión cerca de Chicago, fue el clímax. Con una camiseta blanca con el logo del Unicaja, el intimidador de aquel equipo dio las gracias. "Es difícil recorrer medio mundo", se justificó. No le cambiaron el turno en el trabajo.

El resto de jugadores de aquella plantilla sí estuvo. Salieron tocados con una gorra y una camiseta actual con su nombre y acompañados por los jugadores del infantil del Unicaja, el equipo más joven dependiente del club. Ellos son el futuro. Y el técnico, Javier Imbroda, al que se ha visto efusivo esta semana, como reivindicando su obra. Ovación para el zar Babkov, visiblemente más orondo que en sus tiempos de jugador, en los que cautivaba con su infinita clase y su plasticidad. También para Curro Ávalos, Ernesto Serrano, Antonio Álamo, Dani Romero, Gaby Ruiz, Manel Bosch, Ricardo Guillén y Alfonso Reyes. Y una que sonó especial, para Nacho Rodríguez. Reconocido unánimemente por los protagonistas como el alma y corazón de aquel equipo subcampeón de Liga y campeón en los recuerdos, su marcha al Barcelona tres años después abrió algunas heridas que supuraron durante su carrera de jugador hasta el absurdo que fue que uno de los integrantes del panteón de los mejores deportistas malagueños de la historia fuera abucheado cuando venía por el Carpena. La ovación atronó sincera.

Se proyectaron imágenes de aquella etapa irrepetible. Los entonces niños son padres que vieron ganar 11 años después una Liga celebrada pero diferente. Y mucho legaron esa pasión por el baloncesto. Entre los aplausos y las ovaciones se dio paso al doliente segundo tiempo del partido. Tras el mismo, un encuentro en la pista auxiliar entre la plantilla actual y la de 20 años atrás.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios