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Victoria traicionera

  • El Unicaja entra en las eliminatorias por el título con un golpe de autoridad Dominio del minuto 1 al 40 con ventajas de hasta 26 puntos Al partido le sobró el último cuarto

El Unicaja entró en los play off como un bisonte, desatado, como si hubiera contenido ese juego y esa energía en la secuencia de derrotas para verterlo todo de golpe en este primer partido. Fue una victoria tan espléndida como traicionera. El Unicaja rindió a un nivel sobresaliente en su estreno en las eliminatorias y el Laboral Kutxa a muchos metros de su mejor versión. Una diferencia irreal entre dos equipos de Euroliga, por mucho que haya traqueteado a lo largo de la temporada el Baskonia. Llegó a dominar por 26 puntos al final del tercer cuarto el cuadro de Joan Plaza (61-35), pero hubo bajada de brazos local y maquillaje vitoriano para dejar un marcador menos hiriente. Igual es hasta positivo para la mentalización para el partido de mañana.

El triunfo despeja los nubarrones que quedaban, expulsó los miedos que pudieran quedar por la racha de derrotas. Las dudas se evaporaron en un momento trascendente. Es la mejor lectura de un partido dominado de cabo a rabo, del minuto 1 al 40, que otorga tranquilidad y poso para dimensionar la situación. La defensa del Unicaja fue excelsa, redujo en casi 30 puntos la producción ofensiva del rival y fue la base para generar puntos. Se pudo correr, una docena de puntos vinieron por situaciones de rebote y robo. Y aunque el porcentaje de triples volvió a ser bajo se tuvo la seguridad de ataques bien masticados y buenas circulaciones. El brutal dominio del rebote, la equiparación de pérdidas y recuperaciones y ese nivel defensivo que Ibon Navarro bautizaba en la previa como "el mejor de Europa junto al del Olympiacos" bordaron una victoria excelente.

Con Golubovic en plan dominador (acabaría con 9 puntos y 10 rebotes al descanso, tres rebotes al más) el Unicaja sentó sus reales en el parqué desde el primer momento. Muy activo en los dos lados de la pista, el montenegrino dominó los tableros y se hizo un hueco en la rotación. Plaza exprimió lo sembrado en cuanto a reparto de protagonismo. Sacó un quinteto sin Fran, Suárez y Granger, sus tres jugadores de cabecera. Y la respuesta fue un ritmo desbordante y una puesta en escena fenomenal de sus jugadores. Rápidamente adquirió una ventaja de 13-4 el cuadro local, con Toolson bien enchufado y con buenas maneras. Del Baskonia apenas había noticias, el Unicaja le menguó con su actividad, pero fue irreal la prestación del minuto 1 al 30 de los azulgranas.

Con la rotación fueron apareciendo jugadores enchufados. Bien Fran, en su velocidad de crucero en los play off, bien un Suárez con tino, Granger con sus revoluciones correctas... En fin, el Unicaja que se ha visto durante gran trecho de la temporada, el que hizo soñar con la final. Nada se había quebrado hasta que se perdiera el primer partido de las eliminatorias por el título, se insistía desde el club. Y así fue. Mediado el segundo cuarto, el Unicaja, con Golubovic arrollado, estabilizó su diferencia en los 10 puntos. De ahí no bajaría. Un triple de Markovic sobre la bocina del primer tiempo era otro golpe bajo (39-26).

El serbio llevó las riendas del equipo y con él el protagonismo es colectivo. La salida tras el descanso, con parcial de 7-0, fue el puñetazo definitivo para asegurar el triunfo. No había respuesta, ni en el campo ni en el banquillo, del Baskonia, lejos de la fiereza de su ADN, con mucho estilista pero poco fajador. "Una moneda al aire", se dice en Gasteiz que es este equipo. Peligrosísismo cuando tiene el día y endeble cuando está atascado. No es casualidad quizá que sólo haya ganado cuatro de 17 encuentros lejos del Buesa, donde campeó en 15. De ahí al final el Unicaja llegó a un pico de 26 puntos y se relajó en el último cuarto, donde comprobó cómo es el rival si se baja el diapasón. Gran victoria, pero traicionera.

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