Cinco son los refuerzos que Unicaja ha realizado, de momento, para la próxima temporada. Cinco jugadores que llegan casi obligados a aumentar el nivel mostrado por sus predecesores en campañas anteriores. Ante esa necesidad de mejorar el rendimiento de su plantilla, Joan Plaza requiere a la dirección deportiva jugadores que ya estén curtidos tanto en ACB como en Euroliga. El objetivo, claro: que el proceso de adaptación al nivel del baloncesto europeo sea el más rápido posible.

Jamar Smith fue la primera incorporación anunciada por el club de Los Guindos. La pericia y rapidez a la hora de ficharlo fue clave, ya que el americano era pretendido por otros equipos de gran nivel. El ex de Limoges es el único de los refuerzos que tiene en su debe no conocer la liga española. A su favor, que Plaza quedó prendado de su juego en los dos partidos que el club francés disputó contra Unicaja en la pasada Euroliga. 32 puntos entre los dos partidos hicieron que el técnico catalán iniciara un seguimiento del escolta, que ha disputado un total de 20 partidos en la competición continental, sumando 13.2 puntos de media.

Apenas una semana después de que Jayson Granger anunciara su marcha al Anadolu Efes, Unicaja comunicó cuál iba a ser su sustituto. El elegido fue Nemanja Nedovic, quien llegaba tras demostrar gran parte de sus virtudes en el Valencia Basket. El base serbio apunta maneras desde sus comienzos. De hecho, en sus primeros pasos en el Estrella Roja era conocido por scouts americanos como el Derrick Rose europeo.

Las comparaciones, siempre odiosas, quedaron atrás, pero Nedovic comenzó a demostrar que Europa era su destino, a pesar de su año de transición en Golden State Warriors. En Lietuvos Rytas y Valencia disputó 15 partidos en Euroliga, anotando 9.2 puntos de media. Además, con el conjunto taronja sumó 7.2 puntos por encuentro en los 32 partidos que disputó en la competición doméstica.

Tras el serbio, se oficializaron simultáneamente las contrataciones de Dani Díez y Edwin Jackson, que se enrolaban en la disciplina cajista tras vivir temporadas diametralmente opuestas. El primero, que actualmente se encuentra concentrado con la selección española de baloncesto, fue elegido mejor jugador joven de la ACB tras una extraordinaria campaña en Gipuzkoa Basket, donde jugó cedido por el Real Madrid. Sus números (12.1 puntos y 14.5 de valoración por encuentro) ejemplifican que el madrileño está en un momento de su carrera en el que debe dar el salto de joven promesa a realidad. A pesar de su juventud (22 años), Díez ya sabe lo que es disputar una Final Four en el 2014, en la que Maccabi dinamitó en la final las ilusiones del Real Madrid, que anhelaba su noveno título europeo. El joven alero era una de las piezas más codiciadas del baloncesto español y Unicaja ve en él una apuesta a caballo ganador.

Por otro lado, está el caso de Edwin Jackson. El francés llegó en diciembre del pasado año a Barcelona para suplir la baja de Juan Carlos Navarro. La inevitable comparación (otra más) cada vez que saltaba a la pista le hizo que no acabara de entrar en los planes de Xavi Pascual, a pesar de llegar como el máximo anotador de la liga francesa, siendo el primer jugador local que lo conseguía desde 1975. En ACB promedió 5.6 puntos en los 20 partidos que disputó, mientras que en Euroliga sus números aún son menores: 3 puntos por encuentro en los 11 que jugó.

La última incorporación de Unicaja fue la de Richard Hendrix. El colosal pívot americano llega tras ser clave en la temporada del Lokomotiv Kuban, promediando 10.5 puntos en sus 23 apariciones. Anteriormente, comenzó a hacerse respetar en Maccabi, donde jugó durante dos temporadas. Aunque si buenos son sus datos en Euroliga, mejores son los que tuvo en su única campaña en ACB. Fue en la temporada 2009/10, en la que vistió la camiseta del CB Granada y fue elegido jugador revelación. Los aros temblaban a su paso, por lo que tardó muy poco en fichar por un equipo de mayor nivel.

Tal es la fijación de Joan Plaza por incorporar jugadores con experiencia en ambas competiciones, que la dirección deportiva del Unicaja ha tenido que guardar en el cajón varios informes de jugadores de buen nivel que juegan en Estados Unidos, pero que el técnico catalán rehusó por su desconocimiento del baloncesto europeo. Es el sello Plaza, el que exige por y para el beneficio del Unicaja de Málaga.