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García Bragado, la historia interminable

Aunque sus piernas han recorrido literalmente medio mundo, aún tienen gasolina. Jesús Ángel García Bragado escribirá el sábado un nuevo capítulo de su carrera, una historia interminable.

El veterano atleta de 45 años competirá en Pekín por duodécima vez en unos Mundiales de atletismo, todo un récord junto con la portuguesa Susa Feitor, también marchadora, también con 12 mundiales a sus espaldas.

"No hay truco", aseguró García Bragado, ganador del oro en los 50 kilómetros marcha en Stuttgart 1993, su primer Mundial. Desde entonces, nunca faltó a esta cita internacional cada dos años, ganando además dos platas (1997 y 2001) y un bronce (2009).

"Me quedan muy poquitas balas que gastar y por eso intento competir sólo en los grandes campeonatos. Soy muy selectivo", reconoce el marchador.

La primera vez que García Bragado viajó a la capital china todo era muy diferente. "Yo vine por primera vez a Pekín poco después de que abrieran el primer McDonalds y había mucho revuelo montado. Imagínate cómo ha cambiado esto", apunta.

La ilusión del veterano atleta, padre de dos hijas de 16 y 13 años, sigue siendo la misma que en Stuttgart 1993, pero es consciente de que su físico es muy diferente: "El 17 de noviembre de 2014 volví a pasar por el quirófano para arreglar unas calcificaciones que me estaban impidiendo entrenar. Y de momento estoy muy contento, pero físicamente soy una persona 20 años mayor que en mi primer Mundial y el cuerpo no tiene la misma capacidad de recuperación".

Cuando ganó el oro en Stuttgart, la mayoría de los atletas españoles que ahora están en Pekín eran unos niños. Algunos, como los marchadores Diego García y Álvaro Martín, el decatleta Jorge Ureña y el pertiguista Adrián Vallés, ni habían nacido.

Por culpa de sus problemas de espalda, García Bragado estuvo cerca de retirarse tras los Juegos de Londres 2012. "Desde entonces voy temporada a temporada. Tuve la suerte de dar con el doctor Manel Rivas, que es un artesano de arreglar caderas, y eso me ha dado mi segunda juventud", reconoce.

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