Nadie duda de las importantes bajas con las que acude España al Eurobásket, pero es una gran oportunidad para que una nueva generación dé un paso adelante.

El estreno de Mirotic en un gran torneo no es sino una promesa exuberante de que la selección por fin pueda contar con un ala-pívot abierto en su arsenal de juego ofensivo. Un jugador con una calidad demostrada durante años en la ACB y la pasada campaña en la NBA, en la que no desentonó con los Bulls. El hispano-montenegrino es, sin duda, el estandarte de un grupo de jugadores que pide paso y que debe demostrar en este campeonato que puede tomar el relevo de los Gasol, Navarro, Calderón, Felipe Reyes... con todas las garantías.

Por dentro también destaca la presencia de Willy Hernangómez. El pívot madrileño ha dado un gran paso adelante los dos últimos cursos disfrutando de minutos en el CB Sevilla y ganándose su vuelta al Real Madrid. Bien es cierto que no podrá sustituir la baja de Marc Gasol, pero sí paliará con su lucha el músculo y la garra que ponían Marc e Ibaka y que le falta al cuadro de Sergio Scariolo.

Sin Navarro ni Abrines, baja de última hora, también tendrá que dar un paso adelante Pau Ribas. El nuevo escolta del Barcelona está llamado a ser protagonista, sobre todo el día que haga falta desatascar un partido desde el perímetro. No es un rol nuevo para él, pues lleva tiempo haciéndolo en el Valencia Básket, pero con la selección debe ganarse en la pista esa condición. Otros nombres llamados a ser importantes en el futuro de España son Víctor Claver, del que se sigue esperando que dé por fin el paso adelante, Pablo Aguilar o Guillem Vives, figuras emergentes con un papel secundario hoy, pero claves en el mañana.