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Tabak, querido enemigo

  • Fran Vázquez, compañero en la plantilla que ganó la Copa, y Joan Plaza, que le tuvo cinco años de ayudante, analizan al técnico del Maccabi, que dice que el Unicaja es "élite europea"

En la sala de prensa del Martín Carpena hay una recopilación de fotografías de los mejores momentos de la historia del Unicaja. En una de ellas aparece, el más alto, Zan Tabak. Es en la Copa del Rey de 2005, con su pequeña réplica en la mano. Ya apareció como primer entrenador del Laboral Kutxa y, hace apenas un mes, con el Montakit Fuenlabrada. El Maccabi, con la recomendación del team manager, su ex compañero en la selección y paisano de Split, Nikola Vujcic, le ha dado las llaves de unos de los clubes más legendarios fuera de la NBA.

La carrera de Tabak está ligada al Unicaja y a Málaga. Su última temporada la jugó aquí, antes de que su cuerpo dijera basta con 35 años. Sólo jugó 13 partidos con la camiseta verde, de enero a marzo. Bastó para ayudar en la Copa y sólo perdió uno. Ganó 12. Paradójicamente, esa lesión alentó la explosión de Fran Vázquez, que tiene buenos recuerdos de su coincidencia con Tabak. "Es síntoma de que nos vamos haciendo mayores y llevo muchos años en la élite, sí (risas). Me alegro de sus éxitos como entrenador. Desgraciadamente, estuvo mucho tiempo lesionado esa temporada, pero tengo un gran recuerdo de él. Me daba consejos de cómo debía ser dentro y fuera de la pista, también técnicamente. Sus consejos me ayudaron a ser mejor jugador. Tenía el baloncesto en la cabeza", analizaba el pívot gallego en el Carpena.

El palmarés como jugador de Zan Tabak es espectacular. Tricampeón de Europa con la mítica Jugoplastika, campeón de la NBA con los Rockets de Houston (él quita trascendencia a ese logro porque opina que no participó lo suficiente), subcampeón olímpico con Croacia... Y recibió un máster a lo largo de su carrera. La sucesión de entrenadores es del calado de Bozidar Maljkovic, Mike D'Antoni, Rudy Tomjanovich, Rick Pitino, Larry Bird, Sergio Scariolo y Manel Comas. Cada uno a su manera le marcó. Mientras jugaba en el Joventut (2002 a 2004) conoció a un ayudante llamado Joan Plaza.

En 2006, Plaza, buen conocedor de cómo pensaba Tabak, recurrió a él para que fuera su ayudante cuando recibió la alternativa en el Real Madrid. Cinco temporadas, tres en el club blanco y dos en Sevilla, estuvo Tabak aprendiendo bajo la tutela de Plaza. "Zan es una persona que tiene las ideas claras", refería ayer el técnico del Unicaja: "Tengo el hábito de hablar bien de las personas. A veces, en el caso de Zan, es una debilidad. Ha dejado claro que renunció una plaza en el staff del Madrid porque quiere ser primer entrenador. Lo ve claro, con su carácter, con su forma de entender el baloncesto. Da los pasos adecuados y será un gran entrenador. Desde la humildad, espero que esos cinco años conmigo le sirvieran".

Tabak recomendó adelantar un día el viaje a Málaga para hacer piña y grupo con sus jugadores. Si el martes se ejercitó en Los Guindos ayer lo hizo en el Carpena. Y allí hablaba del partido, "el más importante desde que llegué. Entrenamos duro y siento que estamos haciendo progresos y moviéndonos en la dirección adecuada. Los jugadores entienden mi filosofía muy bien, pero es un largo proceso y se necesita paciencia", afirmaba el técnico croata, que asegura que "no puedo prometer que todo estará a punto contra el Unicaja, pero sí puedo prometer que cada jugador dará el 100% y estará completamente concentrado en la victoria. El Unicaja es un equipo muy bueno, uno de los mejores de Europa. Debemos igualar su intensidad y su físico". Zan Tabak, un querido enemigo.

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