Hasta hace 20 días, marcar un gol al Real Madrid era una tarea más que difícil para la que además de puntería se necesitaba suerte. Pero la resistente muralla que formaron el portero Keylor Navas y la línea de cuatro defensas quedó destruida en los últimos partidos.

Hasta el 8 de noviembre, cuando cayó 3-2 con el Sevilla en la Liga, el conjunto blanco había recibido apenas cuatro goles en sus primeros 14 partidos oficiales de la nueva temporada, una media de 0,28. En los últimos tres encuentros, entre Navas y Kiko Casilla, el segundo portero del Real Madrid, vieron cómo diez balones acababan en el fondo de sus redes. Más de tres goles por encuentro. Un síntoma del momento de desconcierto que atraviesa el equipo. El miércoles estuvo a punto de dejar escapar una ventaja de 0-4 ante el Shakhtar Donetsk en la Liga de Campeones. El Madrid ganó 3-4 después de recibir tres tantos en los últimos 13 minutos.

"Encajar tres goles en quince minutos sería preocupante en cualquier otro tipo de partido, no en éste", dijo, sin embargo, el entrenador del Real Madrid, Rafael Benítez, más preocupado de levantar el ánimo de sus jugadores que de dejar su portería a cero tras el 0-4 sufrido el sábado ante el Barcelona en el clásico. "Los goles de hoy eran evitables. Con más atención los evitaremos y el equipo será tan sólido como era entes. Me quiero quedar con los cuatro goles, es un primer paso para la reacción", añadió el técnico español tras el partido.

Benítez siempre tuvo fama de defensivo, algo que se refrendó en sus primeros meses en el banquillo del Real Madrid. El conjunto blanco no recibía goles, unas veces por el entramado defensivo, las más por las manos de Navas. El costarricense, con paradas e intervenciones de mérito partido tras partido, fue el jugador más decisivo del equipo madrileño. Hasta el 8 de noviembre.

Aquel día, ante el Sevilla, sólo jugó un defensa de los supuestos titulares, Sergio Ramos, que abandonó el campo lesionado y fue sustituido por el francés Raphael Varane, su habitual compañero en el centro de la zaga. Danilo, Pepe y Nacho Fernández completaron la línea de cuatro, justo por delante de un Casilla que jugó en sustitución de Navas, baja por una lesión muscular. Apenas días después de ganar 1-0 ante el París Saint-Germain con más suerte que fútbol, el duelo ante el Sevilla destapó la caja de los truenos. Tres goles recibidos y con un arañazo en su caparazón antes del clásico. El Barcelona hizo del rasguño una brecha, que sigue abierta tras el 3-4 con el Shakhtar.

La defensa del Real Madrid tendrá que vivir además bajo mínimos las próximas semanas, pues tres de sus titulares están lesionados. Ramos aún no tiene fecha de vuelta por un problema en el hombre, mientras que Marcelo y Varane sufren problemas musculares. Benítez deberá conformar ahora el puzzle con Carvajal, Pepe, Nacho, Danilo y Álvaro Arbeloa, una defensa de circunstancias en el momento más vulnerable del Real Madrid.