Alessandro Gaucci tomó posesión como nuevo director deportivo del Marbella. El empresario italiano, con experiencia en el mundo del fútbol -la última, nada fructífera en el Cádiz-, llega al club blanquillo "encantado con una gran oportunidad" y con un hombre de confianza para el banquillo: Mehdi Nafti. El franco-tunecino, ex futbolista del Racing de Santander o Birmingham, es el elegido por Gaucci para este proyecto que tuvo ayer su pistoletazo de salida. Nafti, que hasta la fecha ha dirigido al San Fernando juvenil, ya fue reclutado por el italiano para el Cádiz como futbolista y ahora tendrá su primera gran oportunidad a bordo del Marbella.

Nafti colgó las botas precisamente en el cuadro cadista, del que tuvo que salir por la puerta de atrás. A pesar de ello, Nafti trasladó su residencia en El Puerto de Santa María, donde se le ha visto en varias ocasiones con Gaucci. De hecho, ambos han recorrido la provincia gaditana viendo fútbol y evidenciando su buena relación. Allí esperó su debut en los banquillos, que le llegó gracias a Natanael Cano Marín Canito, director deportivo del San Fernando y amigo también de Gaucci.

El empresario italiano tiene pasado en instituciones como la del Perugia o el Génova, además de la ya mencionada en el Cádiz, en la que actuó como mánager general. Además, el italiano estuvo muy cerca de cerrar la compra del Córdoba hace varios años, siendo también relacionado con el Mallorca. La intención del nuevo director deportivo blanquillo es que el equipo haga "buen fútbol para que la gente venga al estadio", asumiendo que la Segunda B es una categoría en la que "es difícil ganar", aunque lanzó un mensaje ambicioso. "Queremos ganar y, cuanto antes, mejor. Trabajando bien, a lo mejor dos o tres temporadas pueden ser suficientes para dar un salto que sea fantástico para la ciudad y para el club. Va a ser un trabajo duro", reconoció el empresario italiano.

A expensas de hacerse oficial la llegada de Nafti, Gaucci ya comienza a trabajar para cimentar un proyecto marbellí aletargado en los últimos tiempos.