Ningún deportista ruso podrá participar en los Juegos Paralímpicos de Río (del 7 al 18 de septiembre), después de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD) ratificara la suspensión total de Rusia debido a los escándalos de dopaje.

El Comité Paralímpico Internacional (CPI) había sancionado a Rusia el 7 de agosto, después de que un informe de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) revelara un sistema de dopaje controlado por el Estado. Rusia apeló, pero el TAD fue rotundo: "La decisión es proporcionada dadas las circunstancias. El Comité Paralímpico de Rusia no presentó ninguna prueba que contradijera los hechos", añadió.

En su demoledor informe, la AMA recomendó al Comité Olímpico Internacional (COI) y al IPC la suspensión de los deportistas rusos para los Juegos de 2016.

El COI, sin embargo, optó por no imponer una sanción total y dejó en manos de cada federación internacional la suspensión de los deportistas: participaron 274 de los 389 que habían logrado plaza.

El Informe McLaren dejó en claro que en relación a los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi no sólo se manipularon pruebas de deportistas olímpicos, sino también de participantes paralímpicos. El CPI obtuvo los nombres de 35 deportistas vinculados, supuestamente, con tests positivos desaparecidos en el laboratorio de control en Moscú. El presidente del CPI, Philip Craven, aplaudió el fallo del TAD: "La decisión subraya nuestra firme creencia de que el dopaje no tiene ninguna cabida en el deporte paralímpico".

Rusia, en cambio, reaccionó con furia, y el comité paralímpico nacional agotará todas las instancias jurídicas para intentar que sus deportistas participen en los Juegos. El jefe parlamentario de Rusia para cultura, deportes y juventud, Dmitry Svishchev, aseguró que el TAD mostró una osadía sin precedentes y falta de escrúpulos". "Cuando uno ve lo que hacen estos atletas a pesar de sus dificultades es para quitarse el sombrero y se es ha faltado al respeto", indicó.