La ausencia del clásico Clínicas deja al Unicaja de Liga EBA como el escalón anterior al primer equipo. Será el próximo lunes cuando comience el trabajo del equipo que dirigirá Paco Aurioles, aunque la confección del equipo está aún en pañales porque, además, ha habido dos contratiempos. Uno, muy serio, el de la rotura de tibia, mientras entrenaba con el primer equipo, de Ablaye Sow, que le dejará fuera de combate hasta el tramo final de la temporadas. Tras ser operado, son seis meses de baja los que se estiman. Otro, algo menor, pero que también perjudica, es la operación por apendicitis del pívot Morgan Stilma, uno de los cadetes que pasan al junior esta temporada. Ello dilatará el inicio de su temporada particular.

Con Los Guindos en obras, que ahora se estiman que no acabarán antes de octubre, Carranque se perfila como la sede temporal más probable para los entrenamientos del Unicaja de EBA. Se espera que en mes y medio ya puedan entrenar todos los equipos de cantera en su casa. Mientras tanto, se vivirá una diáspora.

El descenso de competitividad, a nivel de resultados, en la última temporada (juniors y cadetes fuera de los ocho mejores de España de manera simultánea, algo inédito), en Los Guindos ha llevado a salir al mercado para intentar reclutar jugadores que eleven la competitividad. En una cantera cada vez más global es difícil competir y progresar sólo con gente de casa. La idea fue potenciar lo autóctono pero para ello es necesario elevar el nivel colectivo. Se marchó el junior serbio Lazar Skoric, pero en el campus que dirigió Antonio Herrera hace un par de meses se trajo a jugadores interesantes, bálticos y balcánicos, para calibrar posibilidades. También se estudia el mercado sudamericano para reforzar a un equipo junior, antesala del primero ahora mismo, aún embrionario.