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Asma en la élite

  • Beneficios. Practicar deporte no solo ayuda a que un asmático esté en forma, mantenga un peso saludable y se divierta, sino que también puede fortalecer los músculos respiratorios.

EN las últimas semanas, un grupo de hackers rusos, los Fancy Bears, han sacado a la luz numerosos documentos de la AMA, Agencia Mundial Antidopaje, acerca de expedientes a deportistas de élite, seguramente como protesta ante la expulsión de Rusia de los Juegos Olímpicos. Entre los nombres que han saltado a la palestra, Mireia Belmonte. La nadadora solicitó el permiso para poder usar un inhalador, salbutamol durante varios años. Esa molécula fue permitida a partir de 2013 sin ningún tipo de restricciones.

Este hallazgo a puesto de manifiesto el alto porcentaje de atletas de élite con problemas respiratorios, alrededor del 10%, pudiendo llegar en los deportes de resistencia hasta el 50% de los deportistas.

Hubo una época en que se disuadía a hacer ejercicio con asma y se les decía que se tomasen las cosas con calma. Eso ya no ocurre, de modo que practicar deporte no solo ayuda a que un niño asmático esté en forma, mantenga un peso saludable y se divierta, sino que también puede fortalecer los músculos respiratorios. Hoy día, se conocen multitud de deportistas de élite que han sufrido asma, y sin embargo, han conseguido grandes éxitos deportivos: Miguel Indurain (5 veces ganador del Tour de Francia), Mark Spitz (nadador que ha logrado 7 medallas de oro en unos JJOO). Se reconoce que puede haber un 10-25% de la población infantil y juvenil que sean candidatos a padecer asma en la población española.

¿Por queñ se produce el asma en el deporte?

Las vías respiratorias, actúan calentando y humedeciendo el aire para que entre en las condiciones óptimas al lugar donde debe realizarse el intercambio gaseoso de oxígeno (alvéolos). La causa fundamental del asma inducida por el ejercicio es el enfriamiento rápido e intenso de los bronquios de estos pacientes y la pérdida de agua en la mucosa que los recubre, durante la realización de un ejercicio intenso.

La nariz forma parte de las vías respiratorias, realizando importantes funciones como son: calentar y humedecer el aire respirado y actuar de filtro, evitando la entrada de partículas en el bronquio. Cuando la mucosa nasal se inflama (80% de los asmáticos tienen rinitis), deja de funcionar correctamente y provoca en muchas ocasiones una respiración bucal (a menudo vemos muchos niños que respiran continuamente con la boca abierta e incluso roncan de noche), facilitando la aparición de crisis de asma. Un mal control de la rinitis (alergias...) se traduce muchas veces en un mal control del asma y una menor tolerancia al ejercicio.

Hay un asma inducido por el ejercicio (AIE), en el que se produce una obstrucción aguda y reversible de las vías respiratorias precipitada por la actividad física.

Normalmente, los síntomas se presentan entre los 3 y 15 minutos tras el esfuerzo, produciéndose una recuperación espontánea al cabo de unos 20 a 90 minutos.

Seguidamente aparece un período refractario de 4 a 10 horas postesfuerzo, durante el cual, nuevos ejercicios no desencadenan síntomas de asma.

Algunos asmáticos pueden tener síntomas entre 2 y 4 horas después de haber realizado el ejercicio, aunque éstos suelen ser más leves que los producidos durante la crisis inmediata.

Cuando un corredor de fondo, ciclista o nadador se expone a un ejercicio intenso durante un largo período de tiempo pasan varias cosas:

-Si el ambiente es seco, con abudantes partículas de polvo en suspensión o contaminación, se produce una irritación continuada de las vías respiratorias con la consiguiente inflamación de las mismas.

-El ejercicio intenso se realiza con respiración bucal, eliminando el filtro de las fosas nasales, dejando que todas las partículas pasen a bronquios y pulmones.

-Debido al esfuerzo intenso, el sistema inmune puede sufrir altibajos con el consiguiente incremento en la incidencia de infecciones respiratorias y catarros.

Recomendaciones para el asmático

1.-Para practicar regularmente cualquier deporte, es necesario que el paciente asmático siga correctamente el tratamiento que le haya prescrito su médico, en este caso, el alergólogo. Si la alergia y la rinitis se encuentran bajo control, la posibilidad que se desencadene una crisis de asma durante el ejercicio, es remota.

Dependiendo del grado de asma, cada paciente necesitará un tratamiento determinado, con el fin de reducir al máximo los síntomas de asma, tanto en reposo como con el ejercicio.

Los deportes más aconsejables son: natación, por las condiciones medioambientales en las que se practica (ambiente templado y húmedo que hidrata las vías respiratorias), los deportes recreativos y de equipo, que permiten una relajación momentánea, y todos aquellos que no requieran un gran esfuerzo físico.

2.-Los deportes que requieren esfuerzo físico intenso y prolongado en el tiempo (carrera de fondo), pueden desencadenar síntomas de asma, especialmente cuando se practica al aire libre; en el invierno por el aire frío, y en primavera por la inhalación de pólenes. Cuanto más frío y seco sea el entorno, como pasa en el esquí, hay más posibilidad de una crisis.

3.-En el caso de los niños, el reconocimiento previo es responsabilidad de los padres o educadores. Es necesario, por tanto, que el educador esté informado del problema que padece el niño. El paciente asmático puede realizar las clases de Educación Física. Solamente durante una crisis de asma (tos, ruidos respiratorios y dificultad respiratoria) deberá ser retirado temporalmente, pudiendo participar posteriormente en las actividades programadas de forma gradual y progresiva. Nunca se debe llegar al ejercicio extenuante y éste debe interrumpirse con la aparición de los primeros síntomas asmáticos.

4.- Antes de iniciar cualquier ejercicio debe asegurarse de no tener ningún síntoma, y de no padecer ningún proceso infeccioso que pudiera empeorar su asma (infección respiratoria). Así mismo, se evitará realizar ejercicio físico en presencia de otros estímulos que puedan provocar asma (alergenos, humo y contaminación).

5.-Llevar consigo medicación que utilizará ante la eventual aparición de síntomas asmáticos.

6.-Es importante realizar un calentamiento adecuado con estiramientos y ejercicios respiratorios. La carrera debe ser progresiva en intensidad. Una vez concluida la actividad deportiva, no debemos interrumpirla brusxcamente, hay que hacerlo gradualmente entre 5 y 10 minutos.

7.-Si hay que tomar la medicación para el asma, debemos hacerlo 15 minutos antes del inicio del ejercicio. El tipo de medicación depende de cada paciente.

8.-Tratar convenientemente la rinitis asociada al asma, ya que forman parte de una misma enfermedad. Se pueden tomar antihistamínicos y corticoides nasales tópicos.

9.-En el caso de que se produzca una crisis de asma con pitidos y dificultad respiratoria, en primer lugar, se interrumpe el ejercicio. Debemos respirar de forma tranquila y controlada además de lentamente. Si la crisis no cede, debemos administrar la medicación prescrita y evitamos tumbar al paciente y acudimos al hospital.

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