OTRA derrota para el inicio titubeante. El equipo no define claramente su modelo de juego, presiona de manera desorganizada, comete errores en la salida de juego, regala situaciones al rival y no está teniendo efectividad en las situaciones de gol. Juande tiene mucho trabajo y la sombra de Gracia empieza a ser alargada.
El Málaga oponía su primera victoria en Liga con gran actuación de En-Nesyri. Juande introdujo pocas variaciones: Torres, Ricca y Chory Castro. El partido comenzó con un tanteo entre ambos, ninguno arriesgaba y el Betis llevaba el peso del juego. Sobre el ecuador del primer acto llegó una acción determinante: un pase en profundidad dejaba solo a Juanpi, que al límite del área caía ante Bruno. El árbitro quizás tuvo muy presente las declaraciones de Poyet y no señaló nada, y justo en el contra un centro desde la derecha lo remató Joaquín libre de marca ante una zaga congelada. Tras ello, el Betis manejó a su antojo las variables minuto y resultado. El Málaga dispuso de alguna ocasión, como Kuzmanovic en un gran disparo cruzado o Ricca, que cabeceó al poste dos veces. No hubo tiempo para más.
Luego, un pinchazo evitó que Keko saliera. Así que le tocó a En-Nesyri por un desenchufado Charles. No fue hasta la entrada de Duda cuando el Málaga tuvo encontró con el balón. Antes fue un partido de ida y vuelta con un Betis que pudo sentenciar en una doble ocasión que Kameni y Torres desbarataron. El madrileño se mostró muy seguro durante todo el encuentro. Al contrario que Llorente, muy nervioso e impulsivo.
Juanpi fue el foco de luz para el ataque, sin embargo unas veces la falta de precisión y otras Adán privaron del empate a los de La Rosaleda. El Betis se hizo con el botín combinando efectividad, agresividad y competitividad.
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