Un gol de penalti, una asistencia perfecta a Pato y unos pocos detalles más bastaron a Leonardo, técnico del Milan, para creer que puede recuperar la mejor versión de Ronaldinho, el ídolo caído. "Comienza a verse algo del verdadero Ronaldinho", dijo el también brasileño Leonardo tras el triunfo el domingo del Milan por 2-1 sobre la Roma, en el que el ex barcelonista fue el principal protagonista.

Y justo en el momento adecuado, antes de que mañana el Milan y Ronaldinho visiten el estadio Santiago Bernabéu para retar al Real Madrid. Un estadio donde brilló Ronnie en su época de azulgrana, un estadio al que puso en pie y que se rindió entre aplausos por su actuación en el triunfo del Barcelona por 0-3 en noviembre de 2005. "En este momento me siento bien. Después de tantos días de trabajo bien hecho me siento bien físicamente, técnicamente y también de espíritu", avisó Ronaldinho en una entrevista a Milan Channel.

El brasileño no puede olvidar sus momentos en el Bernabéu. "Es un estadio donde he hecho cosas bellísimas, pero ahora estoy en un momento diferente", admitió. "Respetamos al Real Madrid, es uno de los mejores equipos del mundo, pero debemos ir allí a ganar", se animó el ex del Barça.

El Milan venció en la primera jornada en Marsella contra el Olympique, pero luego cayó en casa ante el modesto Zúrich, por lo que necesita sumar en Madrid.

Ronaldinho considera que ya quedó probada su compatibilidad con el delantero Pato, compatriota suyo. "Me gusta darle asistencias, tiene una velocidad fuera de lo normal, juntos formamos una buena pareja", dijo poniendo en alerta a la zaga blanca.

Pero el renacer de Ronaldinho apenas es una luz lejana para un equipo perdido en mitad de un túnel de derrotas que duraba ya cuatro encuentros. El Milan es octavo en el Calcio con 12 puntos, a siete del líder, el Inter.

En la lista de convocados que ayer dio Leonardo para viajar a Madrid, destaca la ausencia de un jugador por línea: el portero Storari, el defensa Onyewu, el centrocampista Gattuso y el delantero Davide di Gennaro.