Hay sectores muy detractores del entorno que señalan a los miembros de la dirección deportiva (Ricardo Rodríguez, Sandro, Antonio Benítez) como culpables de una mala configuración de la plantilla. Incluso quienes dudan de su entrega horaria para hacer bien su labor. Pero hay detalles que trascienden y revelan la labor de campo que efectúan con un pensamiento futuro. Adri y Pibe, jóvenes valores cuyo pase al Málaga está bien encauzado, son ejemplos que tiran al traste esas teorías.

Se trata de un joven centrocampista diestro del Marbella y un delantero de El Palo a los que el club viene siguiendo desde hace un tiempo. Precisamente, el delantero de 22 años saltó a la palestra días atrás, cuando se supo que tanto Sandro como un ojeador del Sevilla fueron a verlo en directo para contrastar los buenos informes que había sobre su juego.

En los últimos días los responsables de la parcela deportiva han podido hacer seguimientos de distinta manera que les han llevado a dar luz verde para que la próxima temporada integren la plantilla del filial, el Atlético Malagueño. Tras hacer las pertinentes pesquisas de sus situaciones contractuales, el club ha percibido que su incorporación no será muy problemática. De hecho, ya ha habido conversaciones en ese sentido y en el club creen que no será muy complicado poder contar con sus servicios desde junio próximo.

Más desconocido era el caso de Adri, un centrocampista de banda elegante en el toque y descarado que la temporada pasada ascendió con el Malaka a Primera Andaluza. El Marbella lo incorporó como sub 23 y su calidad ha ido convenciendo poco a poco a José Luis Montes (en el encuentro de Copa del Rey contra el Atlético de Madrid fue uno de los destacados).

Por su parte, Pibe, que está completando una llamativa campaña en Tercera División, es un delantero muy rápido y potente, especialmente para jugar por alguna de las bandas.