Ayer su rostro era más propio de un boxeador que de un futbolista. Ajeno al fenómeno despertado por la expulsión de Cristiano Ronaldo, pero siendo parte directa del hecho, Patrick Jan Mtiliga aportó su versión de lo sucedido. Si el luso negó la evidencia y Jorge Valdano pidió especiales cuidados para jugadores del corte del madridista, el danés, al contrario, dio un ejemplo de cordura y caballerosidad al calificar el lance como "cosas que pasan en el fútbol".

Fiel a su habitual carácter, Mtiliga incluso bromeó al decir "tengo la nariz más grande" tras preguntársele inicialmente sobre cómo se encontraba cuando fue recibido en la estación María Zambrano por una multitud de cámaras y periodistas. El danés los atendió a todos y, tras ser explorado por el jefe de los servicios médicos del Málaga, Juan Carlos Pérez Frías, en Clínicas Rincón, se marchó a su domicilio a descansar, ya que confesó que se sentía muy cansado por el dolor, por las pocas horas que pudo dormir la noche del domingo y por el cansancio anímico de la situación. Para él, el asunto ya está cerrado y olvidado. Lo que más le fastidia al futbolista es tener que parar ahora que se encontraba en un estado de forma tan óptimo. No obstante, está en buenas manos para poder recuperarse cuanto antes, ya que, además de los cuidados del galeno blanquiazul, el otorrinolaringólogo que lo ha visto ha sido el reputado especialista de la clínica Fremap Álvaro Urdiales.