álvaro quirós garcía · golfista

"Encumbrar el deporte español por el Mundial es pura hipocresía"

  • Figura del golf mundial con 27 años, tira de la cantera andaluza siguiendo la estela de Jiménez · Número 41 del planeta, su reto es la Ryder · Le duele que los laureles en España solamente se los lleve el fútbol

Recibe en casa, en Guadiaro, como buen anfitrión. Álvaro Quirós, golfista con proyección mundial, alto, guapo, sonriente y ya millonario, cuenta sus vicisitudes hasta llegar a colarse en la exclusiva lista de los 50 mejores del mundo. Sueña despierto con jugar la Ryder galesa y, como buen mozo de pueblo, no entiende de perífrasis. Va al grano y no se muerde la lengua. Ya lo hará. O no.

-¿Qué significa La Cañada para alguien de esta zona de Cádiz?

-Sin La Cañada, un campo público, hubiera sido imposible para mí y para los profesionales de la zona jugar. Hacerse socio de Sotogrande o Valderrama para cualquier familia de clase media-baja es imposible.

-¿Cuántos profesionales han salido de este campo?

-Mínimo, 13 ó 14. Algunos compiten, otros enseñan. Me he quedado corto, al menos 20 de mi quinta.

-¿A quién ve con proyección?

-Es difícil. Ahora que pienso fríamente de dónde vengo y lo que he conseguido, me doy cuenta de que es algo excepcional. Hace falta talento, apoyo y salir. Hay mucha gente buena, pero no se sacrifica y este deporte es muy sacrificado. La única diferencia entre la mayoría de mis amigos y yo es que cuando terminaba el colegio ellos iban a la playa y yo practicaba.

-¿Pero le gustaba más el golf que la playa o pensó en ganarse la vida?

-¡Qué va! Con 18 años me planteaba estudiar o seguir, no estaba seguro de que pudiera hacer algo en este mundo. Hasta los 14 años compartí el golf y el fútbol… Y me decidí. Practicaba más que ninguno y punto. Tiger dice que el día que alguien entrene más que él, ése será número uno. Es cierto. Hay cosas innatas como el talento, pero lo más importante es la disciplina.

-Valderrama, aunque elitista, fue referencia para conocer la zona.

-Sin duda, salir cada año al menos una vez en televisión por el Volvo Masters era una publicidad gigante. Su antiguo presidente, don Jaime Ortiz Patiño, ha tenido mucha repercusión aquí. Las máquinas devaluadas allí pasaban a este campo sin ningún coste. Es una ayuda incalculable. Pero el desarrollo de la cantera no tiene nada que ver. La escuela se pagaba con fondos del ayuntamiento hasta hace tres o cuatro años; ahora por la crisis cuesta unos 100 euros al año.

-¿Qué recuerdos guarda de la Ryder del 97 en Valderrama?

-Tenía 14 años y gané mi pase semanal a la Ryder en un campeonato júnior de La Cañada. En la escuela me recogía mi padre y me soltaba allí con la mochila llena de coca-colas y bocadillos. Éramos cinco o seis corriendo por el campo; fue una época bonita.

-¿Y la Ryder 2010?

-Lucho por entrar en el equipo europeo. Estoy un poquito lejos. Debo hacer tres torneos muy buenos, pero quién me lo iba a decir, pelear por una Ryder y quejarme. Es difícil echar la vista atrás. Todos tenemos una meta pero no nos percatamos de lo que dejamos atrás. Somos algo desagradecidos. Es el espíritu del deportista.

-¿Le valen tres buenos torneos o un gran resultado?

-¿Ganar uno, o ser segundo, o tercero? Sí. Está el Bridgestone Invitational -donde compite esta semana-, el PGA y el último torneo del circuito europeo para puntuar. El capitán (Montgomerie) dijo que quería a los posibles jugadores de Ryder compitiendo.

-Se anunció que sería imagen de la Junta de Andalucía. ¿Ha resuelto el asunto?

-No, sigue en el aire. Perdón, en el aire no. Fue una mentira de la Junta. Aprovecharon el tirón de que estaba en Sevilla para echarse la foto. Después hubo un acercamiento en Wentworth, se discutió el dinero, las horas de televisión... En el British teníamos una cita y no sólo no aparecieron sino que ni avisaron. No dan señales de vida. Me calenté e iba a mandar una nota de prensa diciendo que no me vincula nada a la Junta. Estoy viendo la jugada, en el Andalucía Masters me pedirán que presente el torneo o que esté en la rueda de prensa con Luciano Alonso. Les voy a decir que no. Estos son tantos políticos. No me sorprende nada.

-¿Andalucía es la región donde más y mejores jugadores hay?

-Seguro. Jiménez, que está a otro nivel, Alejandro Cañizares, Pablo Martín, Carlos Rodiles, Azahara Muñoz, Belén Mozo, yo… Hay una gran cantera. Cuantos más campos públicos, mejor.

-Es un filón para los políticos.

-Sí, el turismo aquí es de golf puro y duro; el turista que deja dinero es el de golf, salvo el que va a Sevilla.

-Acerca del circuito americano, ¿no quiere ir siendo el que más premios da, el más competitivo?

-El que más dinero reparte, sí; el más competitivo, por un poquito. Prefiero el europeo porque es difícil vivir en un país que no es el tuyo y porque allí estoy solo. No hay españoles; sólo Sergio, pero lleva una vida aparte. Si yo fuera, me quedaría un tiempo. Es imposible mejorar las condiciones del PGA Tour -coche, guardería, buen tiempo-. Tienes lo deseable, pero sólo por dinero no creo que sea rentable. Otra cosa es que me quiera tirar a la piscina.

-¿Y lo hará?

-Si reúno el dinero para jugar el circuito americano, me lo plantearía. Tendría que acompañarme mi novia, María, y aguantaría al menos un año.

-¿Sergio García está quemado?

-Nooo. Los deportistas tienen momentos buenos y malos. En su caso hay muchas circunstancias. Una es que con 19-20 años jugaba ya el circuito mundial. El proceso de quemarse llega antes, pero pasará y volverá a ser el que era. Sergio estará otra vez entre los mejores del mundo. Tiene que solucionar sus temas. Todos tenemos bajones, pero cuando el número 2 del mundo lo sufre, cae más abajo.

-¿Con Quirós se ganó un buen golfista y un mal futbolista?

-Seguro. Era lateral izquierdo, aunque no sea zurdo, y también derecho. En el fútbol necesitas padrino. Futbolistas hay a patadas, con una calidad increíble, pero no sirven como jugadores de equipo. Además, no creo que si fuera futbolista estuviera peleando por estar entre los 30 mejores del mundo.

-¿Cómo se certifica que es el mejor pegador del mundo?

-En los torneos se mide el drive más largo y soy el que le pega más fuerte. ¿Mi golpe más largo? En el 16 del Open de Portugal, en Estoril, en 2007: 430 yardas, 380 metros. Un par 5 cuesta abajo y tenía viento a favor. Y después hice par, fue ridículo. Es anecdótico, lo importante es hacer las menos posibles.

-Tom Watson dijo de usted que le daba muy fuerte, pero que no sólo es un pegador…

-Intento quitarme ese sambenito. Estar entre los 35-40 mejores del mundo no es sólo por pegada. Tengo algo que no tienen muchos: corazón, ambición. Aguanto muy bien la presión. Aparte, un buen approach, pero soy mediocre pateando para este nivel. Si lo mejorara, daría un gran salto. Todo llega. ¿Cómo? Dejando de pensar en ello. Soy un tío muy autoexigente y a veces que de lo que se exige uno, termina empeorando el síntoma.

-Este deporte exige un nivel brutal de exigencia, estrés, presión.

-Tenemos mucho tiempo para pensar y en ocasiones es un inconveniente. Un deporte individual exige un nivel de estrés mental mucho más alto que uno colectivo. Nadal es el deportista más completo del planeta por su nivel mental, aparte de ser físicamente impresionante y un gran tenista, pero mentalmente es superior. Esto marca la diferencia.

-Está siendo un verano lleno de éxitos deportivos en el país, ¿para cuándo un Grand Slam?

-Este verano está siendo un éxito deportivo simplemente porque el fútbol ha sido campeón del mundo. Pero Contador ya ganaba, Nadal ya ganaba, la selección de baloncesto ya ganaba, Alonso ya ganaba... De repente somos campeones del mundo de fútbol y hay un éxito. Ése es el gran error de España. Así llevamos cuatro o cinco años. Jiménez se llevó un muy buen torneo en Francia y no se incluye. Los medios hablan de que el deporte español está en la cumbre porque el fútbol ha ganado un Mundial. Da bombo, es verdad, pero es pura hipocresía. Viví tres años en un centro de alto rendimiento y el sacrificio de un deportista de élite es muy grande como para que el éxito español dependa de 11 tíos que juegan un Mundial. Es que me indigna.

-Siendo Tiger más humano, ¿se abre un abanico de posibilidades para los españoles?

-No, siempre fue humano. Es ridículo pensar que nos hemos acercado más los españoles a un Major porque Tiger no juegue bien. Tenemos las mismas opciones que hace cinco años, incluso menos porque Sergio estaba más en forma antes.

-Le ha venido fenomenal la Ruta del Toro para ir a Sevilla, de donde es su novia…

-No voy tanto. Pero sí, me vino perfecta. Llevo cuatro años y medio con María. La ciudad me encanta.

-Faltan un par de campos más.

-La buena acogida de La Cartuja significa que la gente quiere jugar. El golf se abre paso en España, pero es difícil para una familia media poner a su hijo a pegar bolas.

-Con el Real Club de Golf también tiene un idilio.

-Sí, me gusta mucho. De chaval jugué la Copa Maestranza amateur. Gané mi primer torneo profesional allí y también el Open de España, que es algo muy digno.

-Entonces se dijo: "Ya he ganado el Open de mi país; queda la Ryder y la Copa del Mundo".

-Sí, la Copa del Mundo ya no, es en 2011, y en la Ryder estoy ahí. Tengo todas las puertas abiertas. Si logro estos dos objetivos, el siguiente será un Major.

-Es el primer profesional que dice con tanta pasión que quiere jugar la Copa del Mundo.

-Sí, se ha devaluado mucho, lamentablemente. Los tres años que pasé en Madrid tienen mucho que ver con la devoción a mi país. Soy un buen españolito. Yo por España… mato (Risas). Allí fue cuando vi que España mueve mucho, nuestros deportistas son importantes y eso hizo que me sintiera más orgulloso de mi país. Me gusta España.

-¿Maduró con el golf?

-Sí, aunque siempre maduré tarde. Soy más que la mayoría de mi quinta que no juega al golf, pero comparado con los jugadores de mi edad, no. Los golfistas maduran pronto. Nunca fui un cabra loca, ni perdí los papeles. Mis padres me educaron adecuadamente. Ni derroché dinero, ni soy un tío de fiestas continuas, siempre fui por el camino recto. Antes de conocer a mi novia, sí era un poco cabra loca, pero cambié completamente y eso lo nota el que me conoce. Y mi juego, obviamente. Quizás técnicamente no he mejorado, pero mentalmente muchísimo. Soy otra persona dentro de un campo.

-¿Y cuál es su relación con el dinero? ¿Mira el saldo cada dos por tres?

-Ni idea del dinero que tengo. El otro día le hice la transferencia semanal a mi caddie y le solté un pico que me dolió en el alma. A nadie le gusta pagar. Este tío está ganando mucha pasta porque yo también la gano, claro. La única pega con mi país son los impuestos. Con este sistema es muy difícil que el deportista de élite se quede. Ahora gano un buen dinero, pago muchos impuestos y puedo costearlos. ¿Qué pasaría si me lesionara? ¿Esos impuestos dónde quedan? En el olvido. Al ser autónomo cobro una cagada cuando me jubile. Me lesioné, estuve siete meses parado y el Estado me daba 320 euros al mes cuando había ingresado ya millones de pesetas. No es justo. Debería haber un régimen diferente. Pero si las cosas van medianamente bien, en el futuro no tendría por qué preocuparme.

-Pues cómo estarán las decenas de jugadores españoles que apenas se llevan premios.

-Por supuesto, pero no es excusa. El futbolista negocia su contrato neto y a mí me indigna que un tío cueste 95 millones de euros. No me jodas, con eso alimentas a medio Sudán. Y yo que resido mucho menos en mi país... de eso me quejo. Cuando voy al aeropuerto de Málaga, cojo una autopista porque la autovía está impracticable y, aun así, la autopista, que pago por ella, también lo está. ¿Dónde van mis impuestos? A la sanidad pública no puedo ir porque tardan un mes en una resonancia cuando la necesito en tres días. Es lo que hay, te aguantas con lo que tienes.

-¿Cuánto vive fuera al año?

-33 o 34 semanas. Pero hay unos requisitos para residir fuera y yo por lo que sea no los cumplo.

-Su patrocinador, Callaway, tiró de usted como reclamo para el British en vez de Els o Mickelson...

-Un amigo me dijo en el British que estaba en carteles del aeropuerto de Edimburgo. Tiene cojones, me hace gracia. Me elegirían quizás por ser una persona más accesible que Els o Mickelson, la gente se identifica más con alguien como yo que con ellos, que son dioses.

-¿Conoce al Rey?

-No, algún día me tocará. Tuve una recepción cuando gobernaba Aznar y guardo la foto, cuando fuimos campeones de Europa absolutos. Después fuimos segundos del mundo y no nos dieron nada.

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