El Boletín de Coyuntura Económica de la Fundación Caja Rural de Granada mantiene que, si bien durante el primer semestre de 2014 se ha registrado una mejoría general de la actividad económica andaluza, deducir "de esta puntual mejoría" que esta comunidad ha superado la crisis es "erróneo" puesto que "todo indica que el crecimiento es bajo, débil y coyuntural".

Durante la presentación ayer del informe, elaborado por el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Granada, Miguel González Moreno, el presidente de la caja y de su fundación, Antonio León, mantuvo que no se trata de un estudio "pesimista", ya que se basa en "datos objetivos" que recogen un análisis de lo ocurrido durante el primer semestre del año a nivel internacional, europeo, nacional, andaluz y granadino.

El documento destaca que al ser Andalucía una de las regiones donde el esquema de crecimiento que condujo a la crisis ha alcanzado "su máxima expresión, la larga etapa recesiva ha dejado profundas huellas", augurando que "se tardará mucho tiempo y esfuerzo" en tratar de "volver a una situación aceptable".

Siguiendo la estela de la nacional, la economía de la región ha crecido un 1,1% en tasa interanual. Así, y aunque se trata de un crecimiento "escaso y débil", de entrada se valora positivamente, puesto que si se mira a trimestres anteriores se halla "un mar de datos precedidos del signo menos: la recesión".

Entres los "graves y estructurales desequilibrios" que padece la comunidad se cita un mercado de trabajo "tan deteriorado que existe un enorme abismo con respecto a los niveles de las variables laborales españoles y europeas", con una tasa de paro "general y juvenil; desempleo de larga duración; precarización de las condiciones laborales; temporalidad y segmentación".

El Boletín de Coyuntura Económica también alude a una pérdida de los niveles de bienestar, afirmando que "la crisis ha agrandado la secular divergencia entre Andalucía y los estándares nacionales y europeos", en términos de renta per cápita, cobertura de los servicios sociales, camas hospitalarias por habitantes, fracaso escolar, marginación social o distribución desigual de la renta.

El estudio alude a su vez a la necesidad de abrir nuevas vías productivas en el campo de la innovación y el conocimiento. Esta estrategia de desarrollo requiere una apuesta de futuro y, por tanto, advierte, "no da réditos electorales a corto plazo", sentencia el informe.