Hacer más de forma más sostenible y consumiendo menos recursos. La planta de Sevilla de Heineken España se erige como un ejemplo a seguir dentro de la ambiciosa hoja de ruta que la compañía se ha marcado hasta 2020. En 2014, con seis años de adelanto, la factoría matriz de Cruzcampo estuvo a punto de superar algunos de los principales objetivos fijados en la estrategia de la multinacional, que ayer presentó en su planta de Quart de Poblet (Valencia) su Informe de Sostenibilidad de 2014.

El director de Responsabilidad Social Corporativa, Mauricio Domínguez-Adame, resaltó que el centro productivo sevillano, el más importante del grupo en España, redujo un 4% sus necesidades hídricas, hasta emplear 3,4 litros de agua por cada litro de cerveza producido. "Está muy cerca de cumplir nuestra estrategia 20-20, que marca 3,3 litros para 2020", señaló el directivo, que resaltó que la media de las cuatro plantas del grupo en España -además de Sevilla y Valencia, cuenta con factorías en Jaén y Madrid- se sitúa en 3,9 litros de agua por cada litro de cerveza. "Hay que tener en cuenta que la planta de Sevilla es la más eficiente y moderna de Europa. Lograr aquí ahorros es mucho más difícil que en una antigua que dispone de un margen de mejora más amplio", sostuvo.

A nivel de grupo, también se ha realizado un gran esfuerzo en reducir sus necesidades hídricas. Desde 2007, el consumo de agua de Heineken España por cada litro de cerveza elaborado se ha recortado en más de un 28%. La recuperación económica ha avivado las ventas del sector de restauración. Esta mejora se plasma en los datos de producción de la factoría de Sevilla, que elaboró en 2014 410 millones de litros de cerveza, un 5,9% más que en 2013, y acercándose de nuevo a su capacidad máxima de 450 millones.

Casi dos tercios del agua consumida en los procesos productivos es devuelta a la red de saneamiento una vez depurada. Gracias al empleo de métodos avanzados de tratamiento, la planta sevillana logra extraer biogás, que cubre el 6% de sus necesidades de gas "frente a la media del 2% del grupo en España". Domínguez-Adame incidió en que al ser de origen renovable, el biogas no computa en las emisiones. Este factor ha coadyuvado a que las emisiones de la planta de Sevilla se redujeran un 3% en 2014, hasta situarse en 2,8 kilogramos de CO₂ por hectolitro producido, frente a la media de 3,3 kilogramos del grupo.

La reducción de las emisiones no se reduce a las labores productivas. Una de las obsesiones de Heineken España es mejorar la eficiencia de la logística. En Sevilla cuenta con los dos primeros camiones que emplean como combustible gas licuado. "Hemos observado que en corta y media distancia es mucho más limpio y económico que el gasóleo", destacó el responsable de Responsabilidad Social Corporativa. Otro factor de valor añadido radica en que el 100% de las materias primas de la planta de Sevilla, especialmente la cebada, es de origen local. "La cebada no recorre más de 95 kilómetros para llegar a un centro de transformación", afirmó.

Sin embargo, aún hay mucho margen de mejora. En 2014, las emisiones en el ámbito del transporte de Heineken España aumentaron un 4,2% por "el mayor intercambio de mercancías entre las factorías". Entre otras medidas, la firma estudia emplear un enlace ferroviario entre Madrid y Valencia o ampliar la flota de camiones de gas licuado.

El grupo también está trabajando en la reducción de las emisiones a través de la sustitución de los equipos de refrigeración en bares y restaurantes. Ha destinado 71 millones al proyecto green cooling, que ha supuesto la introducción de 90.000 máquinas ecoeficientes desde 2010 -33.000 sólo en 2014-. "Supone el 40% del parque total, y permiten el ahorro de entre el 15% y el 75% frente a equipos tradicionales, lo que ha reducido la factura eléctrica de nuestros clientes en ocho millones", cifró.