Tribuna Económica

No es suficiente la estabilidad para crear empleo

  • España necesita un programa económico para crear puestos de trabajo alejada de las políticas de la UE, ejemplo de descoordinación y ausencia de gobierno ante la crisis actual.

Un Gobierno estable es necesario para enfrentarse a la tarea de creación de empleo, pero no es, ni mucho menos, suficiente. Nuestro compañero Rogelio Velasco ponía de relieve en un análisis reciente cómo la falta de inversión productiva (que no es la compra de unas empresas por otras, o fondos que compran hoteles e inmuebles) y las carencias en la tecnología que viene incorporada al capital han dañado la raíz de la economía española y sobre todo la andaluza.

Por otra parte, sabemos que nuestra economía es frágil y requiere de políticas excepcionales para su fortalecimiento. Por ejemplo, el fuerte crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en España en 2015, un 3,2% se apoya en el gasto de consumo de los hogares, que es una o dos décimas superior. Si ponemos en relación el consumo total con el de los extranjeros que nos visitan, según la encuesta que acaba de publicarse, vemos que el primero puede estar en unos 627.000 millones de euros, y el de los extranjeros en 67.500 millones, esto es casi el 11% del gasto en España. A Andalucía le corresponde el 15,4% de ese gasto de extranjeros, es la cuarta comunidad autónoma después de Cataluña, Canarias y Baleares, y ha crecido este año un 10,7%. Como el gasto medio de los turistas extranjeros en España ha aumentado un 6,8% en 2015, nos encontramos con que el consumo de los nacionales lo ha hecho sólo un 2,89%.

Las implicaciones de estos datos son varias. La más evidente, que dependemos del consumo de los turistas extranjeros para que podamos presumir de una tasa de crecimiento del producto superior al 3%. Otra, que si identificamos bienestar y consumo, una parte importante del bienestar que ha representado el incremento del producto de este año ha sido para los extranjeros. La tercera, que además se han beneficiado de unos precios medios al consumo que cierran 2015 en una tasa negativa del 0,6%, lo que dificulta que nuestras empresas puedan repercutir sus costes fijos en los precios finales.

En cuarto lugar, este fenómeno es más intenso en zonas turísticas, motivo por el que estudios, como los que realiza el matemático Ramón Trías, identifican zonas turísticas con zonas de pobreza. Ese fuerte incremento del consumo que viene de los extranjeros sería interesante si la actividad que genera contribuyera de forma clara a la creación de empleo; pero pese a la masiva llegada de turismo y a estas cifras fuertes de consumo que analizamos, el empleo crece débilmente. Por ejemplo, las cifras del sector hotelero son espectaculares, pero el total de empleo en el sector en Andalucía es hoy inferior al de hace siete años, lo que indica que las empresas están aún reparando sus balances.

No tendría sentido quitar importancia a la constitución de un gobierno, y que aplique ya un programa económico para crear empleo. Pero ese programa no puede ser la continuidad de las políticas impuestas por la Unión Europea, ya que pocos ejemplos podemos encontrar de descoordinación, falta de criterio y, en suma, de ausencia de gobierno ante una crisis de empleo, como el que ha dado en estos años Europa.

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