Economía

El BCE, dispuesto a actuar contra los posibles efectos del 'Brexit'

  • Tras mantener los tipos al 0%, Draghi reitera que actuará con "todos los instrumentos"

El Banco Central Europeo (BCE) lanzó ayer un mensaje tranquilizador a la zona euro al anunciar que está dispuesto a ampliar sus medidas anticrisis para contrarrestar los posibles efectos negativos de la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

"El Banco Central Europeo va a actuar usando todos los instrumentos disponibles dentro de su mandato si es necesario", comunicó el presidente de la entidad, Mario Draghi, tras una sesión del Consejo de Gobierno en la que se resolvió mantener las tasas en el mínimo histórico de cero por ciento.

"Hay disposición, voluntad y capacidad para hacerlo", insistió Draghi. El BCE "seguirá vigilando muy de cerca" la evolución en la zona euro, aseguró, y aclaró que aún no han sido analizados instrumentos específicos.

El italiano admitió que la votación a favor del llamado Brexit es un "viento en contra" para el crecimiento de la Eurozona, pero llamó a tomar con cautela las estimaciones que circulan sobre las consecuencias económicas de la separación de los británicos.

"Es demasiado prematuro pronosticar cuál será el impacto final. Lo único que podemos decir es que hay un riesgo a la baja".

Al mismo tiempo, Draghi calificó de "alentadora" la resiliencia mostrada por los mercados financieros de la zona tras el referéndum del 23 de junio, que atribuyó en parte a "señales firmes" de los bancos centrales.

Los economistas esperan que el banco emisor relaje aún más su política monetaria en la próxima sesión del 8 de septiembre. Draghi indicó que para entonces tendrá a disposición los pronósticos de inflación y coyuntura para la zona de 19 países.

El presidente del BCE constató que el crecimiento económico del espacio monetario se sigue sustentando sobre la demanda doméstica y que la recuperación económica transcurre a un ritmo moderado.

"El mensaje que emana de la eurozona es que la recuperación está en marcha a un ritmo más lento en medio de grandes incertidumbres que llegan desde varias partes del planeta", dijo Draghi.

En cuanto a la inflación, el BCE espera que comience a trepar a finales de 2016 y que continúe aumentando en 2017 y 2018. El índice de los precios al consumidor se situó en junio en el 0,1%, muy lejos aún del objetivo cercano pero inferior al 2,0%.

El BCE extremó las medidas en marzo pasado para combatir la miniinflación, reduciendo por primera vez a cero por ciento las tasas y poniendo en marcha un programa de compra de deuda soberana por 80.000 millones de euros (88.000 millones de dólares) al mes.

Desde junio comenzó también a adquirir títulos de empresas y ya acumula deuda corporativa por 10.400 millones de euros.

El programa se extenderá hasta marzo de 2017 pero podría continuar en caso de necesidad, explicó Draghi, y anticipó que los intereses se mantendrán extremadamente bajos por largo tiempo y más allá del programa de compra de deuda.

Estas inyecciones masivas de dinero están destinadas a incentivar los préstamos de bancos a empresas y familias e impulsar la economía real.

En otro orden, Draghi respaldó que los países tomen medidas para apuntalar a sus bancos al ser preguntado sobre la situación de la banca de Italia y Portugal. "No lo consideramos un riesgo sino una cuestión que hay que afrontar", comentó.

Respecto a la multa que será impuesta a España por incumplir los objetivos de déficit, el directivo bancario se limitó a responder que "la decisión de sancionar a España o a otros países está enteramente en manos de la Comisión Europea".

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