Con los cambios de rutinas y horarios en momentos como el verano, los ciudadanos tienen dificultades para acceder a algunos de sus servicios habituales. En el caso de la banca, basta con tener un móvil a mano para realizar las operaciones más frecuentes. Así lo constatan el 40% de los españoles, que se adaptan ya a este cambio de modelo.

La principal fortaleza de nuestro país es la penetración del smartphone, que asciende al 78% de la población. Un reto para la banca española al ser el segundo país de la Unión Europea con más líneas móviles.

Hay quienes afirman que el móvil va a ser el principal elemento de comunicación con los bancos. “Las entidades tienen que poner a disposición del cliente a través de ese dispositivo todos sus productos y todo su servicing. En cambio, el cliente cuando quiera contratar un producto de alto valor como una hipoteca, va a seguir yendo a la oficina”, explica Antonio Herráiz, director del Programa de Innovación y Tecnología Financiera de IEB.

De hecho, las entidades ya cuentan con variadas aplicaciones de móvil que nos ayudan a tener controladas nuestras cuentas. Pero la digitalización no tiene por qué suponer renunciar al tú a tú con expertos de confianza. Algunos bancos ya ofrecen gestores personales para sus clientes vía teléfono, correo electrónico o chat virtual. “Tener un experto personal online te permite tener siempre una persona de referencia con la que poder tener un vínculo de confianza, y además, tener un horario ampliado en el que tanto tu gestor como una persona de su equipo siempre te van a atender en turno de mañana o de tarde y desde cualquier lugar”, afirma Nemesio Fernández, director de Negocio Multicanal de Bankia.

En definitiva, una banca digital adaptada a usuarios cada día más familiarizados con las nuevas tecnologías.