Manuel Vicent. Escritor

"Hay canciones que ilustran la fiesta de la corrupción"

  • El autor visita la Feria del Libro de Sevilla con su nueva novela, 'Desfile de ciervos'.

Ayer fue San Isidro, pero Manuel Vicent (Villavieja, Castellón, 1936) no estuvo en las Ventas. Autor de una Antitauromaquia, está de gira con Desfile de ciervos (Alfaguara). La presentó en la Feria del Libro de Sevilla. Ha tocado casi todos los géneros. Ganó el Nadal con Balada de Caín y el Alfaguara de novela con Son de mar. José Luis García Sánchez, con guión de Rafael Azcona, llevó al cine Tranvía a la Malvarrosa. En Aguirre, el magnífico y El azar de la mujer rubia se adentra en personajes tocados por la actualidad y el misterio.

-¿Sabe Luis Enrique que sale en su novela por el cabezazo de Tassotti?

-No creo que le dé tiempo para leer.

-Macarena, la canción de Los del Río, es hilo musical de Desfile de ciervos.

-Hay un paisaje moral en la novela y Macarena es el símbolo de la corrupción urbanística. Igual que Bamboleo, de Julio Iglesias, lo es de la llegada de los socialistas finos a Marbella mezclados con los especuladores de toda la vida, cuando el PSOE le pasa el testigo al PP. O esos alemanes que construyen colinas y colinas bailando Pajaritos levantando las alitas como señal de la decadencia de Occidente. Son canciones que ilustran la fiesta de la corrupción.

-Con sus retratos de las bodas de las infantas, ¿se autopostula para que no le den el premio Princesa de Asturias?

-Creo que no me lo van a dar, aunque esta vez la reina Letizia es el personaje más valorado del libro. Los premios oficiales francamente no son lo mío.

-Lo suyo son los miles de lectores. ¿Qué le inspira el primer marido de Letizia Ortiz, ese "escritor sin lectores", como le llama?

-Es un hombre serio, adusto, minoritario, lo cual habla muy bien de él porque no se quiso aprovechar de la situación económica ni literariamente. Un hombre muy correcto, muy anodino, pero sólido y fiable.

-Vicent, Millás, Chirbes... ¿Hay cierto tenebrismo en los autores del Levante?

-Los especuladores que hay en Valencia, en el Levante mediterráneo, los conozco de primera mano, son todos simpáticos. Ningún estafador es antipático, ésa es una norma general. Introduzco en la trama un crimen como metáfora. Una imagen llega mucho más lejos que un análisis. Me ahorro páginas y páginas. Lo que sí hay es un sentido del humor corrosivo.

-¿Qué aprendió con aquella serie de personas que eran fin de época?

-Los reuní en un libro que titulé Inventario de otoño. Eran personas que habían vivido mucho, que lo que sabían era de primera mano por haberlo vivido. La edad y la falta de compromisos les permitían decir lo que les diera la gana. No es como entrevistar a un político, que van a lo suyo.

-Carande conoció a Lenin.

-Me decía: fíjate si soy viejo, tenía 94 años, que conozco a alguien que conoció directamente a Napoleón.

-¿A quién conoció usted?

-De ese perfil, a un diplomático, Luis Lucia, amigo de mi padre. Fundador de la CEDA valenciana, estuvo condenado a muerte por los dos bandos. Un record.

-Diego Martínez Barrio, el sevillano que presidió la República, venía de veranear en la playa de la Malvarrosa, otro escenario de la narrativa de Vicent, y se enteró en Madrid del asesinato de Calvo-Sotelo...

-Los franquistas decían que fue la gota que colmó el vaso para levantarse en armas, pero cuando matan a Calvo-Sotelo, el Dragón Rapide ya está en Canarias.

-En su novela no deja títere con cabeza...

-Hay algunas actrices maravillosas que encarnan la pasión y la belleza.

-Incluye a Adriana Ugarte, que protagonizó la adaptación televisiva de El tiempo entre costuras, novela de María Dueñas. 

-La incluyo porque es sobrina-nieta del Ugarte amigo de Lorca, que aparece fotografiado con él en la famosa foto de La Barraca. Todas esas mujeres simbolizan los cambios que ha vivido este país. Charo López, el final del franquismo; Ángela Molina, la rebeldía y el naturismo; Penélope Cruz salta la valla y se va a Hollywood.

-Y Ana Belén, durante muchos años la más deseada por  los españoles...

-La derecha decía que cómo siendo tan guapa podía ser roja o comunista.

-En Benidorm, la Marbella del Levante, se gestó el mito de Belén Esteban...

-Ese tema no lo toco. No sé nada de eso.

-¿Cómo pasa Jordi Pujol de ser detenido en 1960 en un homenaje a Joan Maragall, abuelo del que fue alcalde de Barcelona, a ser investigado por enriquecimiento ilícito?

-Lo detuvieron por cantar el himno y ondear la senyera en el Palau de la Música ante varios ministros de Franco y con el propio Franco en Pedralbes. El Palau de la Música es ahora un foco de la corrupción.

-En una novela sobre la actualidad, ¿cómo casan documentación y ficción?

-Cuando el lector entra en el terreno de la verosimilitud, está entrando en el terreno de la literatura.

-¿Sabe Antonio López que el hilo del libro es su retrato de la Familia Real?

-Se lo dije. Un pintor triunfa cuando se convierte en personaje literario...

-¿Como Velázquez en la Corte de Felipe IV?

-A Picasso lo hacen mito los poetas, sus amigos escritores.

-¿Completa una trilogía con sus retratos novelados de Jesús Aguirre y Carmen Díez de Rivera?

-Puede haber algunas cosas solapadas. Aguirre es en sí mismo un personaje de ficción. De Suárez me interesó la desmemoria del aventurero que condujo la empresa de la Transición.

-La última termina con la muerte de la duquesa de Alba. ¿La conoció?

-Una vez que me invitó Jesús al palacio de Dueñas. Era la Feria de abril y estaba preparando el tiro de mulas para irse al real. Pendiente de los palafreneros y criados, ni me saludó.

-¿Estas elecciones consagrarán el 15-M?

-Es como si dos personas jugaran al parchís y alguien le da la vuelta al tablero para ver si había oca y todas las fichas quedaran repartidas sobre la mesa.

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