El PSOE ha sacado este domingo su mejor músculo y ha presumido de unidad en el mitin de presentación de su candidatura europea, a la que han querido dar apoyo con su presencia históricos dirigentes del pasado y promesas del futuro. Aunque sabiendo que hoy por hoy quien manda es Alfredo Pérez Rubalcaba. Hacía casi año y medio que no se veía a todo el PSOE haciendo piña como hoy, con Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero, Alfonso Guerra, José Bono, Miguel Ángel Moratinos, miembros de la Ejecutiva, diputados, senadores, dirigentes territoriales...

Tampoco han faltado a la cita casi ninguno de los socialistas que se barajan en las primarias abiertas de noviembre para elegir al cartel electoral a la Moncloa, ante quienes la cabeza de lista a las europeas, Elena Valenciano, ha enviado lo que puede interpretarse como un aviso a navegantes: no conviene olvidarse de Rubalcaba. Rubalcaba es, según Valenciano, quien se hizo cargo del PSOE en un momento "muy difícil", tras la debacle electoral de 2011, y el que ha dado "un nuevo proyecto" a los socialistas. "Gracias por haber cumplido tu palabra y no haberte dejado quebrar", ha dicho enigmáticamente, en respuesta quizás a las muchas presiones internas que el líder del PSOE ha tenido que aguantar desde que cogió las riendas hace dos años. Pero como no se sabe si Rubalcaba tiene ganas de pelear de nuevo y optar a las primarias o no, los "protocandidatos" se dejan ver y se dejan querer. No mucho, porque la dirección les ha pedido que sean discretos hasta después de los comicios europeos. Sin embargo, ya desde primera hora podía verse a alguno de ellos, como Pedro Sánchez, haciéndose fotos con militantes y simpatizantes, que querían posar con el diputado madrileño ante un mural en el que aparecía dibujada Valenciano.

Luego, ya entre el público, otros supuestos aspirantes, entre ellos el ex lehendakari Patxi López y el secretario general del grupo socialista en el Congreso, Eduardo Madina, estratégicamente colocado este último junto al ex ministro Miguel Ángel Moratinos y el ex secretario de Estado Bernardino León, a quienes se sitúa en el ala zapaterista del partido. Y es que hace unas semanas, en un acto al que Zapatero se presentó sin previo aviso, León no ahorró elogios hacia la figura de Madina como nueva esperanza del PSOE.

Unos 2.000 militantes y simpatizantes no han puesto reparos para levantarse una hora antes -esta madrugada se cambiaba al horario de verano- y acercarse al Palacio de Congresos del Campo de las Naciones de Madrid. "Tenemos tantas ganas de apoyarte que los españoles nos hemos levantado una hora antes", ha bromeado luego Rubalcaba.

Durante el mitin, Valenciano se ha presentado como la defensora de los jóvenes, las mujeres y los trabajadores que "sufren" y que "no ven la luz al final de túnel", y ha llamado a los socialistas a la unidad, convencida de que juntos son "imbatibles". La candidata ha dicho a los que lo están pasando mal que "no basta con indignarse", que tienen que ir a votar, y ha apelado al orgullo de su partido.

"Nunca ha habido una candidata que haya sentido tanto apoyo como yo hoy", ha proclamado la número dos del PSOE en alusión implícita a los conflictos internos que los socialistas han aparcado hasta después de las elecciones. Junto a Rubalcaba y Valenciano han intervenido el presidente del Parlamento de Estrasburgo y candidato de los socialdemócratas a presidir la Comisión, Martin Schulz, y el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, y junto a ellos exministros, dirigentes territoriales, diputados y senadores. Con ellos ha estado el presidente de Asturias, Javier Fernández, que se está recuperando de una dolencia que le mantuvo apartado una temporada, y el secretario general de UGT, Cándido Méndez.

Valenciano ha dicho que, "aunque a Montoro y a Rajoy no les guste", en la campaña hablará de los jóvenes que dejan de serlo y no han encontrado empleo, de los trabajadores de 50 años que saben que nunca más van a tener empleo, de las mujeres que tienen que no tienen más remedio que volver a "sus labores", de las familias desahuciadas y de los mayores que dejan de comprar medicamentos para comprar alimentos a sus hijos y nietos.

También de los que sufren porque no pueden dar a sus hijos lo que necesitan y de los hijos que sufren porque no pueden ayudar a sus padres. Ha explicado que se presenta con las banderas del empleo juvenil, de la libertad de las mujeres y de la justicia social y la solidaridad, y ha arremetido contra un Rajoy que "nunca ha dicho una palabra" sobre la violencia machista, sobre el empleo femenino o sobre el derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad y que, por eso, le ha definido como "el hombre que no habla de las mujeres".

Por su parte, Martin Schulz, en un discurso pronunciado completamente en castellano, ha hecho autocrítica sobre el papel de los socialdemócratas en la crisis y ha considerado que para ganar el 25 de mayo tienen primero que merecerlo compartiendo el dolor de los ciudadanos. "¿Los votantes nos abandonaron o somos nosotros quienes abandonamos a los votantes?", se ha preguntado, y ha explicado que su receta para volver a conectar con los hipotéticos electores es ser capaces de "sentir el sufrimiento" de los ciudadanos que lo están pasando mal, desde la seguridad de que "sólo compartiendo ese dolor" serán "merecedores" de ganar las elecciones.

A su entender, mucha gente está sufriendo y no se ha sentido protegida. "Si no lo hacemos nosotros, nadie lo hará", ha asegurado, y se ha comprometido asimismo a defender desde Europa la actual ley de interrupción voluntaria del embarazo para intentar que no prospere la reforma de la ley del aborto que promueve el Gobierno.