Los líderes de ERC y de ICV-EUiA han empezado este lunes a consensuar propuestas para mejorar y "dignificar" el proceso participativo del 9-N y aunque han mostrado su conformidad con los once puntos que plantea la CUP, han lamentado que el Govern anuncie preacuerdos cuando todavía no ha hablado con ellos.

El presidente y la secretaria general de ERC -Oriol Junqueras y Marta Rovira-, los dos coordinadores nacionales de ICV -Joan Herrera y Dolors Camats-, el secretario general de este partido, Josep Vendrell, y el diputado de EUiA Joan Mena han almorzado juntos en un restaurante próximo a la sede de Esquerra para consensuar propuestas de cara a la consulta alternativa del 9-N. Finalizado el encuentro, los líderes de los tres partidos han expresado su voluntad de que la CUP se sume a la negociación de las propuestas, después de que esta formación haya matizado el preacuerdo alcanzado con el Govern.

Según Oriol Junqueras, en la comida -que ha durado unas dos horas- los tres partidos de la izquierda soberanista catalana han coincidido en la necesidad de que se restablezca la unidad en torno a la consulta del 9-N, tal como el domingo reclamaron la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural. "Estamos de acuerdo -ha añadido Junqueras- en que, después de que el Govern rompiera la unidad con su decisión de sustituir la consulta por un proceso participativo" ahora tiene que haber "un esfuerzo por parte de todos para retomar el camino del consenso".

La unidad, ha indicado el líder de ERC, sólo es posible si "el Govern rectifica y está dispuesto a dignificar el proceso participativo que desea organizar", lo que significa, ha precisado, "aumentar las garantías democráticas y organizativas". Junqueras ha querido dejar claro, sin embargo, que al contrario de lo que ocurría con la consulta que se organizaba con el consenso de todo el bloque soberanista, el proceso participativo que la sustituye "no genera un mandato democrático". Este es el motivo principal por el que quedó rota la unidad, ha añadido, aunque ERC desea colaborar con el Govern, y tanto su partido como ICV-EUiA coinciden en los once puntos que planteó la CUP como condiciones para aceptar el cambio de formato.

Republicanos y ecosocialistas están convencidos de que propuestas como las de la CUP o como las que ya han empezado a negociar ellos mismos pueden "dignificar" el evento y atender la demanda de ANC y Òmnium de que "se parezca lo máximo posible" a la consulta inicial descartada por el presidente Artur Mas. Junqueras y Herrera han dicho estar "sorprendidos" de que el consejero Francesc Homs haya anunciado un preacuerdo con la CUP "que después esta última ha desmentido".

El enfado por la forma de actuar del Govern se ha convertido en sorpresa cuando la CUP les ha dicho que el preacuerdo no era tal. De hecho, han coincidido en señalar, entre los once puntos de la CUP hay dos refundidos en uno que el Govern no acepta y que ellos ven como básico, que es el compromiso de seguir organizando la consulta alternativa en el supuesto de que el Gobierno central decida otra vez presentar impugnaciones o peticiones de suspensión. Joan Herrera no ha aclarado si, en el caso de que CiU acepte aplicar los once puntos de la CUP u otras propuestas similares, ICV-EUiA estaría dispuesta a reconsiderar su postura de no participar en el proceso participativo, y se ha limitado a defender que el 9-N sea una jornada de "movilizaciones de protesta".