El Parlamento vasco respaldó ayer la compatibilidad de Iker Casanova para ocupar un escaño en la Cámara por EH Bildu, pese a que PP y UPyD querían posponer la votación al recordar que la Fiscalía está investigando si ha cumplido una pena de inhabilitación impuesta en 2007 por pertenecer a ETA.

El primer punto del orden del pleno de ayer era la votación sobre el dictamen de la comisión de incompatibilidades que el pasado 9 de octubre estimó que Casanova no incurre en causa alguna de incompatibilidad legalmente prevista para ocupar un escaño.

Casanova fue designado para ocupar el vacío dejado en la Cámara vasca por la dirigente de EH Bildu Laura Mintegi al ser el siguiente de la lista de la coalición soberanista por Vizcaya en las pasadas elecciones autonómicas.

El nuevo parlamentario fue condenado en 2007 a 11 años de cárcel e inhabilitado por la Audiencia Nacional para cargo público por pertenencia a banda armada dentro del sumario 18/98 seguido contra varias organizaciones del entorno de ETA.

Salió de prisión en 2011, después de que el Tribunal Supremo rebajara estas penas a siete años y seis meses.

Dignidad y Justicia presentó el pasado 19 de septiembre una denuncia en la que solicitaba a la Audiencia Nacional que investigara si es delito la designación de Casanova como parlamentario de EH Bildu. La asociación presidida por Daniel Portero esgrimió que, aunque ya ha cumplido la condena de prisión, el Código Penal vigente en el momento de dictar la sentencia establece que la duración de ambas penas, la de cárcel y la de inhabilitación, no está vinculada y su cómputo debe ser independiente. De esta forma, denunció que Casanova no puede ocupar un escaño, pues no ha extinguido aún la pena de inhabilitación, que debe tener efecto desde que la sentencia es firme -marzo de 2009- y que estará cumplida el 22 de noviembre de 2016.