España

El PSOE pospone su reforma constitucional a la espera de ver qué pasa en Cataluña

  • Defiende que el modelo autonómico derive en uno federal, en el que se clarifique el reparto competencial, un nuevo sistema de financiación y la reforma del Senado.

El PSOE ha decidido aparcar por ahora su reforma constitucional al estimar que no está aún maduro el momento para desvelar su oferta de marco federal por la incertidumbre de la consulta de Cataluña y la conveniencia de contar con el consenso del PP para abrir el debate, han explicado fuentes del partido. Los socialistas han insistido en las últimas semanas en que su propuesta de cambiar la Carta Magna para actualizar el modelo autonómico es la única vía para tratar de encontrar una salida a la crisis catalana y, de paso, remediar otras carencias de las que adolece el actual marco.

Aunque se había barajado la opción de que el PSOE moviera ficha antes de la consulta catalana, la dirección federal lo ha descartado, sin dar un plazo de cuándo dará el paso para desvelar cómo va a enfocar su proyecto constitucional. "Vamos a ver en qué queda lo del 9 de noviembre", ha señalado uno de los integrantes de la Ejecutiva, consciente de las dudas que sigue generando la iniciativa promovida por el presidente de la Generalitat, Artur Mas.

Al quedar en suspenso la reforma de la Constitución, el PSOE también ha pospuesto la convocatoria del Consejo de Política Federal, el nuevo órgano que agrupa a los barones del partido y que encabeza la presidenta andaluza, Susana Díaz. La idea inicial era que su primera reunión se celebrase en Barcelona antes del 9-N, pero igualmente ha quedado en el aire. "Queremos que sea un órgano útil, por lo que lo conveniente es esperar", lo justifican desde el partido.

El secretario general socialista, Pedro Sánchez, trabaja con la idea de que la reforma se aborde en la Comisión Constitucional del Congreso en lo que resta de legislatura, a la que solo le queda un año. Sin embargo, el calendario electoral puede ser un obstáculo, ya que antes, en mayo, están los comicios autonómicos y municipales, que podrían entorpecer una negociación en la que el PSOE también cuenta con implicar a los nacionalistas catalanes y vascos.

Sánchez asume que una reforma de amplio calado requiere un amplio consenso, comenzando por un acuerdo previo con el PP, como señaló el pasado miércoles en un acto con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo. El Gobierno de Mariano Rajoy está dispuesto a abrir el debate, pero teniendo claro qué se quiere cambiar y qué no, para no correr el riesgo de abrir "la caja de Pandora", como delimitó Margallo.

El PSOE defiende que el modelo autonómico derive en uno federal, en el que se clarifique el reparto competencial, un nuevo sistema de financiación y la reforma del Senado. Como base, los socialistas toman la Declaración de Granada que aprobaron de forma unánime en julio del pasado año, que defiende incorporar "los hechos diferenciales y las singularidades" de las comunidades autónomas.

Sin embargo, aún queda por concretar cómo el PSOE plasmará el reconocimiento de la singularidad de regiones como Cataluña, ya que el PSC se inclina por un federalismo asimétrico, lo que no comparten los socialistas andaluces porque podría generar desigualdad. Tampoco hay acuerdo sobre si Cataluña debe ser considerada una nación, como respalda el PSC y rechaza Susana Díaz, más en línea con la dirección del partido. "La Declaración de Granada es la base y ahí no se dice ni nación, ni asimétrico. Nación solo hay una", señalan fuentes socialistas, que comprenden que el PSC pueda tener una postura diferenciada en esta discusión.

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