El PP arrincona y presiona a la alcalde de Alicante, Sonia Castedo, de su propio partido, imputada en las dos tramas de corrupción relacionadas con la tramitación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y el plan Rabasa, dentro del caso Brugal. "Si el partido ve que hay causa, la podría expulsar", pero no quitarle el acta, admitió ayer la presidenta de la Diputación de Alicante, Luisa Pastor.

Lo que no descartó la dirigente del PP valenciano fue que el propio partido ponga en marcha una moción de censura contra la alcaldesa, a la que se le ha comunicado de manera oficial -aunque ella lo niega- que no repetirá en la candidatura del PP en las próximas elecciones municipales. "¿Pueden expulsar a los imputados del partido? Se puede. ¿Se puede hacer una moción de censura y pasar al grupo mixto? Se puede. Pero el acta es de la persona y seguirá formando parte del Consistorio si la persona quiere", destacó Pastor.

Castedo mantiene un pulso con la dirección provincial del partido, que emitió un comunicado en el que se aseguraba que a la alcaldesa se le ha transmitido la línea roja de Fabra. "Lo que el presidente dijo es que la alcaldesa conoce perfectamente que no habrá imputados en las próximas listas", recordó Pastor. "Tanto el presidente provincial como Fabra habrán hablado con ella y le habrán dicho que tiene este problema y que no podrá estar, es obvio que ella lo sabe".