Izquierda Unida ha dado el pistoletazo de salida a un año electoral, con tres citas en las urnas, y ha presentado los ejes básicos de su programa para las municipales y autonómicas que se centran en "combatir" el paro y la corrupción y en garantizar totalmente los servicios públicos. Es un programa marco, fruto de las aportaciones ciudadanas y de colectivos sociales y que completarán las federaciones territoriales, han explicado en la primera rueda de prensa del año en la sede de Olimpo, el líder de IU, Cayo Lara, y la secretaria de Programas, Marga Ferré.

Se trata de propuestas concretas para solucionar los problemas que tiene la gente porque "no basta con decir que no", ha advertido Ferré en alusión a fuerzas como Podemos, el más directo competidor de IU con el que no ha sido posible llegar a ningún tipo de acuerdo electoral. A día de hoy "no hay ninguna novedad", ha dejado claro Cayo Lara al ser preguntado sobre esa convergencia que IU ha buscado, sin éxito, con el partido de Pablo Iglesias para las elecciones.

Y centrados en sus medidas pegadas a la calle "y no a base de marketing electoral", Marga Ferré ha asegurado que todas ellas van dirigidas a "revertir" el proceso de recortes, privatizaciones y autoritarismo que emprendieron el PP y el PSOE. Hay un bloque de medidas de regeneración y democráticas con especial atención a la corrupción porque, ha asegurado Lara, es viable y posible tener "corrupción cero" en los ayuntamientos.

Entre otras medidas, IU plantea la creación de un registro público de recalificaciones de suelo y que se fijen los precios máximos de venta. Porque es precisamente la recalificación del suelo, ha explicado Lara, una de las piezas fundamentales de las que se alimenta la corrupción, como también se genera a través de la privatización de empresas y servicios públicos, ha advertido tras anunciar que defenderán la "reversión" de todas las privatizaciones que se hayan hecho. También propondrá una ley integral y severa anticorrupción, que incorpore el delito de enriquecimiento ilícito y otra ley expropiatoria de bienes adquiridos mediante prácticas corruptas.

Otro de los caballos de batalla de la formación de izquierdas es la creación de empleo y, para ello, ha incluido, entre otras iniciativas, una propuesta de trabajo garantizado desde el convencimiento de que el que no haya empleo no quiere decir que no exista trabajo. Por tanto, apuesta por reforzar las actividades económicas y sociales que cree que hoy son insuficientes, por ejemplo en el ámbito sanitario, educativo o cultural, y crear otras nuevas, sobre todo en el terreno de la ecología y el medio ambiente.

La propuesta de IU también defiende que el empleo que se genere sea "digno y de calidad" y para que sea así establece tres tipos de remuneración mínima en función de la cualificación: siete euros la hora para la alta cualificación; seis euros para la media y cinco para la baja cualificación. El sector privado estaría obligado a ofrecer salarios iguales o superiores a éstos, y, además, este "ancla de precios" evitaría, a juicio de IU, tensiones inflacionistas.

Según IU, el coste neto de un programa total por el empleo supondría un desembolso de 21.482.326,055 euros, un 2,10 por ciento del PIB, una cifra "muy inferior", señala en el programa, a la que el Estado paga cada año por intereses de la deuda (3,77 por ciento del PIB) y también sustancialmente menor a lo que ha costado el rescate a la banca (6,3 por ciento del PIB entre 2009 y 2012).

Para la formación de Cayo Lara, también es prioritaria la defensa de los servicios públicos y no solo los tradicionales como la educación o la sanidad, sino también la cultura o la Justicia, ha aclarado la responsable del Programa. En definitiva, IU, tal como ha señalado Lara, pone sobre la mesa un programa que refleja su "trayectoria" en la defensa de lo público y desde la experiencia que ha tenido como gobierno, en ayuntamientos y comunidades, pero también desde la oposición.

Son iniciativas reales porque "sin programa no se puede gobernar", ha enfatizado Lara, antes de subrayar que IU defenderá en una campaña que confía en que sea constructiva "y no sucia". También son propuestas que "no engañan a nadie", ha señalado al insistir en que "hay que acabar con la cultura de que no pasa nada por violar los programas electorales". "Son sagrados y si no se pueden cumplir hay que explicar a los ciudadanos por qué no se puede", ha zanjado.