España

La Policía desaloja a los indignados concentrados frente al Ayuntamiento de Madrid

  • Efectivos antidisturbios expulsan a los manifestantes para que los concejales pudieran salir del Consistorio. El Gobierno de la Comunidad pide a Rubalcaba que "ataje ya este chantaje a la democracia".

La Policía ha desalojado, con efectivos antidisturbios, a un grupo de indignados que se han concentrado frente al Ayuntamiento de Madrid, en cuyo interior era proclamado de nuevo alcalde el popular Alberto Ruiz-Gallardón. Los agentes han desalojado la parte de la calle en la que está el garaje del Ayuntamiento de Madrid para que pusiesen salir los políticos que participaban en la constitución de la nueva corporación.

A su salida, los vehículos oficiales han sido recibidos por los concentrados indignados con una gran pitada, las manos levantadas y profiriendo gritos de "ladrones", "que no, que no, que no nos representan" o "esta crisis no la pagamos. Fuera corruptos del Ayuntamiento". Los manifestantes se han sentado en mitad de la calzada de la calle Sacramento, detrás del antiguo edificio del Ayuntamiento de Madrid, para bloquear la salida de los coches oficiales.

Una vez acabada la ceremonia, los políticos se han visto obligados a permanecer dentro de la Casa Consistorial a la espera de que la Policía desalojara la salida del aparcamiento para así poder marcharse en sus vehículos, aunque algunos han abandonado a pie el lugar y se han marchado por una callejuela cercana. Finalmente poco después de las 13:30 medio centenar de agentes antidisturbios han logrado despejar la salida cogiendo a los manifestantes uno por uno en volandas y colocándolos sobre la acera, hasta que han podido formar un pasillo de la anchura suficiente como para salieran los coches y los políticos que viajaban dentro.

Durante la intervención se han producido forcejeos entre policía y manifestantes, si bien los ciudadanos no han ofrecido resistencia y se han limitado a tirarse al suelo mientras los agentes los colocaban a los lados de la calle. La Policía ha tenido que quitar un bolardo de la calle Sacramento a golpes con una maza para despejar más el paso y que los coches oficiales pudieran abandonar el aparcamiento con facilidad. Aproximadamente hacia las 14:00 la calle Sacramento ha ido recuperando la normalidad y los manifestantes se han ido retirando de la zona.

La protesta se traslada a Cibeles

Cerca de un centenar de indignados del Movimiento 15-M iniciaron después del desalojo del Ayuntamiento de Madrid una concentración en la plaza de Cibeles. Los concentrados han colocado una pancarta en la fuente de Cibeles con el lema www.tomalaplaza.net, la web donde los indignados de este movimiento informan sobre sus actividades.

Los organizadores están convocando a través de las redes sociales a los ciudadanos para que acudan a la plaza de Cibeles, donde varias furgonetas de la Policía Nacional y algunos vehículos de la Municipal vigilan el transcurso de la concentración. Muchos de los concentrados, en su inmensa mayoría jóvenes, permanecen sentados alrededor de la fuente y escuchan con atención las consignas de uno de los portavoces que con un altavoz está informando de otras concentraciones similares que están teniendo lugar en otras ciudades españoles.

"No estamos solos", "España unida jamás será vencida" y "El mundo unido jamás será vencido" son algunas de las consignas que corean los manifestantes. La concentración en la plaza de Cibeles ha obligado a cortar el tráfico por los alrededores de la plaza, y los vehículos están siendo desviados por calles adyacentes. En la zona, el tráfico está cortado desde la glorieta de Carlos V (Atocha) hasta la plaza de Cibeles y desde ésta a la Puerta de Alcalá, ha informado un portavoz del Centro de Pantallas del Ayuntamiento de Madrid, que ha asegurado que estas restricciones no están afectando a la circulación.

Granados y pide a Rubalcaba que "ataje ya este chantaje a la democracia"

El consejero de Presidencia, Justicia e Interior en funciones de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, ha afirmado que las protestas del movimiento 15 de mayo "han degenerado enormemente", a raíz de las caceroladas y concentraciones de indignados por muchos municipios de la región en la toma de mando de los nuevos regidores, por lo que ha pedido al Ministerio del Interior "que ataje ya este chantaje a la democracia".

El también secretario general del PP de Madrid ha asistido a las investiduras de los primeros ediles de Pinto, Aranjuez y Valdemoro. Granados ha asegurado que se ha sentido intimidado e increpado por parte de algunos de los participantes en estas concentraciones no autorizadas. 

A las puertas de estos ayuntamientos ha observado las caceroladas y las protestas que los miembros de este movimiento han hecho en los municipios que ha visitado, similares a las de otros municipios y a las propia capital. "Se han producido hechos muy graves. Cientos de personas incontroladas han intentado coaccionar la voluntad popular y han intentando usurpar la voluntad mayoritaria que han reflejado los madrileños en las urnas el pasado 22 de mayo", ha indicado. 

Así, el consejero de Interior en funciones ha pedido al departamento que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba, competente en materia de seguridad ciudadana, que "ataje rápidamente" este tipo de situaciones y que "no dimita de sus obligaciones y responsabilidades". "Ya está bien de que estemos sometidos a unos señores que no cumplen la ley. Es inaceptable e insostenible lo que está pasando. Ya está bien de que estén sometiendo a un chantaje al Estado de Derecho y a la democracia", ha apostillado. 

El secretario general del PP madrileño ha recordado que este tipo de manifestaciones son "ilegales" porque no han sido autorizadas por la Delegación del Gobierno y, ante ello, se ha preguntado quién a partir de ahora va a pedir autorización para realizar cualquier concentración o protesta con estos precedentes. Asimismo, ha denunciado la situación de la "acampada igualmente ilegal" de la Puerta del Sol, que este domingo cumple cuatro semanas de ocupación, con la promesa de gran parte de los allí presentes de abandonar la plaza en unas horas. "Aquí la cuestión no es que se vayan, que llevan diciendo tres semanas que se van, sino que no pueden estar ni un minuto más", ha concluido Granados.

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