La ansiada y tantas veces prometida conexión ferroviaria entre Málaga capital y Estepona, por el lado occidental de la provincia, y Nerja, por la parte oriental, seguirá durmiendo el sueño de los justos al menos durante casi una década más. Eso es al menos lo que ocurrirá de cumplirse con las previsiones que a día de hoy maneja el Ministerio de Fomento, que deja en el aire el futuro de esta infraestructura, al excluirla del macroproyecto del Corredor Ferroviario del Mediterráneo, con el que se busca revolucionar las conexiones de viajeros y mercancías con Europa, y para el que el Gobierno quiere disponer de fondos europeos.

Esta iniciativa formará parte de la Red Ferroviaria Central Transeuropea, para la que la Unión Europeoa prevé destinar unos 21.000 millones de euros de fondos, parte de los cuales irían a parar al Corredor Mediterráneo en los próximos siete años. Según los datos dados a conocer el pasado martes por el ministro, José Blanco, en el año en el que se espera que esta gigantesca infraestructura esté operativa, 2020, el eje ferroviario de la Costa del Sol seguirá en fase de estudio. Algo que lo dejaría fuera de beneficiarse de la línea de financiación comunitaria.

Y ello a pesar de que los primeros compromisos asumidos con respecto a esta actuación datan de principios de la década del 2000, cuando el entonces presidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves anunció, en campaña electoral, que iba a impulsar la ejecución de una línea con la que enlazar Marbella y la capital de la Costa del Sol. Tras años de análisis, el planteamiento pasaba por que la Administración regional se hiciese cargo de la prolongación desde Fuengirola hasta Estepona, mientras Fomento haría lo propio hasta Nerja. Una década después no se ha movido una sola piedra, a pesar de que Obras Públicas dispone desde hace años de los proyectos constructivos e incluso adjudicó un pequeño tramo que nunca se inició.

La excusa puesta sobre la mesa es la crisis y la imposibilidad de acometer una obra tasada en unos 4.500 millones de euros (sólo en la parte occidental del recorrido). Al punto de que se ha venido aplazando cualquier avance a la creación de una comisión entre Obras Públicas y Fomento para definir el futuro del ramal. Un simple vistazo al trazado contemplado por Fomento pone en evidencia la nula viabilidad del proyecto de Málaga. Según el mismo, el recorrido iría desde la frontera francesa pasando por Cataluña, Valencia y Murcia, localidad desde la que continuaría hasta Almería mediante una línea de Alta Velocidad. Pero desde aquí ¿cómo llega hasta Málaga? No lo hace, al menos por el litoral. La posición del Gobierno es que se use el conocido como eje ferroviario transversal que impulsa la Junta desde Sevilla hacia Antequera, de un lado, y desde Granada hacia Almería.

A este respecto, los responsables del estudio apuntan la necesidad de analizar la conexión Almería-Motril-Málaga-Algeciras por la costa, con el fin de determinar la funcionalidad de la línea en sus tramos para fijar las posibilidades de que sea utilizada por tráfico mixto o independizar los tráficos de viajeros y de mercancías. "A lo largo de la Costa del Sol será necesario establecer, además, la compatibilidad con la línea de viajeros, el corredor de la Costa del Sol que será desarrollado por la Junta de Andalucía y el Ministerio de Fomento". Este recorrido tendría 330 kilómetros y requería de una inversión de unos 11.700 millones de euros.

El Corredor Ferroviario del Mediterráneo tendrá unos 1.300 kilómetros, cuyo coste asciende a más de 51.000 millones. Más allá del apartado de mercancías, el eje ferroviario presta atención a los viajeros, ya que busca completar una infraestructura ferroviaria apta para el tráfico de alta velocidad. Parte del recorrido está ya ejecutado o en desarrollo, ya que Blanco aludió a que su departamento ya ha destinado a este cometido del orden de 9.450 millones de euros.

El cronograma de Fomento apunta a que a lo largo de este ejercicio se licitará el estudio para el corredor Mediterráneo por la costa andaluza entre Algeciras, Málaga, Motril y Almería, lo que entra en conflicto con los mapas incluidos en el proyecto. A ello se suma que en 2012 entrará en servicio, por ejemplo, la línea de Alta Velocidad Barcelona-Girona-Frontera Francesa, cuyo coste es superior a los 4.000 millones; en 2013, estarán las obras de duplicación entre Vandellós y Tarragona; en 2012, el AVE llegará a Alicante, y en 2014 se extenderá hasta Murcia.