Málaga

La marea indignada inunda las calles

  • Miles de personas convocadas por el 15-M recorrieron ayer desde el Ayuntamiento hasta la Plaza de la Constitución para protestar contra los recortes y proponer "el rescate de la ciudadanía"

Eran pocos los que circulaban en sentido contrario. A las 18:00, la mayoría que transitaba por el parque lo hacía en dirección al Ayuntamiento. Allí comenzó la manifestación convocada por el movimiento 15-M. Una pancarta con el lema Paremos los recortes, rescate a las personas ya, unidos por un cambio global, encabezaba la marcha que recorrió el Paseo del Parque, la Alameda y la calle Larios para terminar en la plaza de la Constitución. Detrás, miles de personas (35.000 según la organización y 8.000 según la Policía Local, aunque la cifra estaba más cercana al recuento policial) apoyando la causa.

"Hay que rebelarse ante estas injusticias, hay mucha gente parada y en la calle, el pueblo se ha levantado", decía Nuria Ruiz, una desempleada de 20 años poco antes de comenzar el recorrido que siguió un grupo tremendamente heterogéneo. Pancartas exigiendo repartos más equitativos, motivando el despertar de la ciudadanía, apelando a la recuperación de derechos sociales, banderas republicanas, disfraces, tambores, bicicletas, carritos de bebés y perros. Todos formaron parte de "la marea indignada que ha inundado las calles", como dijeron al final del acto.

"Aún nos preguntan que quiénes somos. Somos la gente que se agolpa en las colas del paro, las familias que echan de sus casas, los estudiantes que no ven un futuro, los pensionistas, la gente que ha dicho basta", pregonaron en la plaza. "Que qué queremos, todo porque todo se había sido conseguido", añadieron los convocantes.

El "robo" de la educación y la sanidad públicas, del derecho a una vivienda, a un trabajo y el acceso a la renta fueron las reclamaciones más coreadas. Para Iván Salvía, miembro del movimiento 15-M y directivo de una ONG, "se trataba de canalizar algo que ya estaba en ebullición, que se enteren los poderes políticos y económicos que las personas queremos ejercer nuestros derechos de tener una democracia real". Isabel, licenciada en derecho y miembro también del movimiento aseguraba que "hay forma de gestionar de otra manera y los ciudadanos organizados lo pueden hacer".

Un poco más atrás seguía el paso el que quizás fuera el manifestante más joven. Mario, de un año, acompañaba a sus padres, Fran y Margarita, ella profesora de Primaria. "El sistema no está dando soluciones correctas a la crisis a pesar de que las conoce, se está sacando provecho económico, están aprovechando para privatizar en beneficio de los bancos y en detrimento de los ciudadanos", decían estos manifestantes.

Lourdes Marín, una enfermera que está sufriendo los recortes, le explicaba ayer a su hija que no eran los políticos los convocantes "sino la gente del pueblo que intenta reivindicar sus derechos". Para Lourdes ayer era importante salir a la calle porque ante la situación "siento una impotencia total, un enfado continuo, tengo la sensación de que nos están utilizando". Miguel hacía una valoración de lo que han supuestos estos cinco meses desde el inicio del 15-M. "Estamos consiguiendo que la gente tenga cultura política, que conozca alternativas diferentes, que vea que se puede actuar". "Si nos quedamos sin educación, sin trabajo, sin casa y no nos unimos todos no hacemos nada", afirmaba Miguel. A las 9:00 y con los participantes ocupando con una sentada la Plaza de la Constitución concluyó el acto. Se leyó el manifiesto y se pidieron firmas para "darle voz al pueblo en el Parlamento".

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