Málaga

Fomento vacila y habla ahora de poder incluir la Costa del Sol en el corredor

  • El Gobierno duda tras la ola de críticas de los últimos días y el presidente de Adif apunta la posibilidad de rectificar el trazado aprobado en el periodo de alegaciones · Lo expuesto deja en evidencia a José Blanco

La ola de críticas con la que se ha topado el Ministerio de Fomento en los últimos días al excluir la Costa del Sol del trazado del Corredor Ferroviario Mediterráneo empieza a dar sus frutos. Al punto de que los argumentos hasta la fecha expuestos por el máximo responsable del departamento, José Blanco, para tomar la decisión, ahora no son tan sólidos. Si el pasado jueves era el ministro el que sustentaba la determinación en que el puerto de Málaga no se dedicaba a las mercancías, ayer el presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Antonio González Marín, era el que matizaba la contundencia de la situación y hablaba de la posibilidad de rectificar después de que la Unión Europea haya dado luz verde al proyecto.

El apunte hecho por González Marín avanza en la línea marcada en los últimos días por los dirigentes provinciales del PSOE, que anuncian la presentación de una moción en el Congreso para instar al Gobierno a modificar su postura respecto al eje litoral. Y todo ello a un mes vista de las elecciones generales. "Hay un año por delante para que se hagan planteamientos, entre los que cabe reformular el corredor y la parte que no está incluida que sea incluida; no está cerrado", dijo ayer el responsable de Adif, que apostilló: "Cabe hacerlo y es bueno que se haga".

Una posición que contrasta con los criterios técnicos empleados por Fomento para delimitar un recorrido de 1.300 kilómetros desde Cataluña hasta Algeciras, pero obviando el tránsito por la costa de Granada y Málaga. Una de las cuestiones que parece haber pesado en este diseño, que lleva por el interior de la región andaluza el corredor mediterráneo, en su doble vertiente de mercancías y viajeros, es el alto coste económico que, según los cálculos tendría la obra entre Almería y Algeciras por el litoral.

De acuerdo con las estimaciones iniciales, la ejecución de estos 330 kilómetros supondrían unos 11.000 millones de euros, que habría que sumar a los cerca de 20.000 que va a costar el trazado actualmente planteado, de los cuales cerca de un 30% podrían ser financiados con fondos europeos. Obviada la pieza malagueña, lo que hace la propuesta es marcar un itinerario que, una vez llega a Almería tras superar todo el litoral catalán y levantino, se interna en Andalucía hacia Granada, continuando hasta Antequera (desde donde se plantea un ramal hacia Algeciras) y Sevilla, todo ello dentro del denominado eje ferroviario transversal.

Es precisamente esta infraestructura, impulsada y asumida por la Junta de Andalucía entre Sevilla y Antequera, la gran beneficiada por el diseño de Fomento. En especial, por la delicada situación económica en la que se encuentra la Administración regional, que empezaba a dificultar el avance de la actuación. De hecho, hace algunos meses la consejera de Obras Públicas, Josefina Cruz, planteó al Gobierno la posibilidad de integrar esta línea de alta velocidad en la red estatal, al objeto de que la construcción del tramo Sevilla-Marchena (50 kilómetros) fuese asumido por el Estado.

El que ha reaccionado tras la decisión del PP de presentar mociones en todos los ayuntamientos de la provincia donde tienen representación exigiendo la rectificación del Gobierno, es el PSOE. El secretario provincial de esta formación y diputado nacional, Miguel Ángel Heredia, aseguró que "dará batalla" en este asunto, elevando el tono de su discurso. Sobre ello, informó de que pedirá al Gobierno que traslade una enmienda a la Unión Europea (UE) para que contemple a la ciudad de Málaga en el Corredor Mediterráneo, al entender que "es bueno para Málaga, para unirla con Algeciras a través de la costa y para la provincia de Granada".

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