La Junta de Andalucía sigue insistiendo en que el Teatro Romano de Málaga capital es "plenamente accesible". Sin embargo, por primera vez tiende la mano a realizar algunas actuaciones para mejorar su accesibilidad porque el colectivo de personas con movilidad reducida así se lo ha demandado. Eso sí, no se harían hasta la próxima legislatura dada la falta de presupuesto actual y siempre que se respete el monumento, cuya rehabilitación costó 2,3 millones de euros y fue inaugurado el año pasado. Es el único compromiso arrancado a la Delegación Provincial de Cultura tras la guerra abierta hace tres meses con el Ayuntamiento de Málaga que criticó abiertamente que el acceso y el recorrido por el interior del teatro era inaccesible para las personas con discapacidad o incluso par un carrito de bebé, por lo que exigió que se adoptasen soluciones inmediatas. El área municipal de Accesibilidad llegó incluso a enviar al Gobierno andaluz varias propuestas técnicas que permitirían mejorar la accesibilidad sin dañar los restos históricos.

Pero el delegado provincial de Cultura, Manuel García, señaló que aún tiene que revisarlas con sus técnicos y que desconoce si son o no viables, pese a que hace más de un mes que el proyecto del Consistorio le fue remitido. A su juicio, la constante reclamación del concejal de Accesibilidad y Movilidad del Ayuntamiento de la capital, Raúl López, no le parece "serio ni admisible" porque "intenta usarlo como arma política y crear confrontación entre ambas administraciones". Tampoco está de acuerdo con que critique que el teatro no es accesible porque "no me cabe la menor duda de que lo es y el propio Ayuntamiento autorizó su apertura al conceder la licencia sin problema", por lo que dijo que se mantiene lo contrario es que "está reconociendo que hubo contradicción entre los departamentos municipales". Lo paradójico es que él mismo también reconoce que "todo es mejorable y que habría que plantearse ciertas cuestiones sobre la accesibilidad".

Las declaraciones no sentaron bien al concejal de Accesibilidad, que aseguró que en todo momento ha tratado de mantener "al margen este debate del escenario político" y que confió en que Cultura valore sus propuestas "para hacer más cómodo el recinto a todos". Para ello, mostró su plena colaboración para que las obras de mejora se puedan hacer cuanto antes. Las opciones que plantea el Ayuntamiento de la capital sobre lo que ya está construido son, o bien, construir una pasarela alternativa a la actual que pasaría en paralelo al escenario del teatro y que enlazaría con la salida, o bien, prolongar la que hay en la actualidad y sustituir los nueve escalones que dan acceso al escenario con una rampa.

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