Balcón de notables

"Una ciudad que no tira las cosas a la papelera no puede ser capital cultural"

  • Toca, canta y sobre todo escribe. La palabra de Sr. Chinarro no deja indiferente · Desde su apartamento en Los Baños del Carmen observa "con vergüenza" la desidia ante un enclave "donde hay demasiada administración"

Desde su "jaula" observa a diario cómo chocan los escarabajos picudos contra su ventana. Y cuando se asoma, el paisaje que reciben sus ojos describe el abandono de los Baños del Carmen. Dos circunstancias ante las que Antonio Luque -Sr. Chinarro en sus 12 discos- no quiere quedarse callado. Sevillano de nacimiento y desde hace seis años malagueño "de adopción", su palabra no suele dejar indiferente. "Mi hijo se cachondea de mí y dice que yo debería ser alcalde", comenta. Lúcido, buen conversador, y mordaz en sus críticas, este perito agrícola observa atento la evolución de una ciudad "a medio hacer". Y sentencia: "Yo digo lo que le dijo Diógenes a Alejandro Magno cuando se le puso delante: sólo pido que no me quiten el sol".

-Acaba de editar su disco número 12, ¿Se atreve con el 13?

-Ya está grabado, en Valencia con dos músicos de La Habitación Roja en septiembre de este año. El sello discográfico quiere sacarlo antes de abril, con lo cual pasaría menos de un año desde este disco. Yo creo que no es necesario correr tanto. Para qué vas a inundar el mercado de productos si la gente no tiene dinero para comprar.

-Por esas fechas edita también su novela, ¿qué espera de ella?

-Habla de un chico de 19 años que vive en un barrio humilde. Se quema la casa, tiene que buscarse la vida, y tiene un vecino que tiene una orquesta de música pachanguera. Cuenta de qué manera tan tonta la orquesta se transforma y acaba siendo casi de vanguardia. No me preocupa lo que digan porque, sinceramente, creo que se venderán dos o tres mil copias y lo leerán unas cien personas. Se venden libros pero dudo mucho que se lean.

-Ha aumentado la piratería de libros digitales y el índice de lectura sigue siendo el mismo, ¿qué pasa?

-La gente lo que quiere es comprar chismes y tener la sensación del robo. Hay una ley de la propiedad intelectual que dice que eso es un robo. Igual que puedo decir que no es legal ir sin cinturón en el coche. Y si no lo llevas te multan. Cuando algún día esto cambie y todos seamos Papá Noel, será legal y la propiedad intelectual dejará de existir. Ya veremos que pasa entonces.

-Porque la música sigue siendo una cosa de tres locos que no saben cómo ganarse la vida...

-Es una cosa de tres locos que critican el estado de las cosas, que les dicen a los demás antes que nadie que las cosas no están bien. Y conviene quitar a esa gente de en medio. Más claro blanco y en botella.

-González-Sinde acaba de presentar su baja de la SGAE, ¿todo un ejemplo?

-Es normal, la pobre, por la presión, es que la gente la quería colgar. Y una chica de familia bien no aguanta eso. Los de la SGAE son otros que nos han robado. Aunque creo que la solución está en su refundación, no en quitarla. ¡Sabía yo que la SGAE nos robaba! Cuantas veces he ido a las oficinas para preguntarle cómo hacían ese reparto y ellos mismos me decían "que te voy a decir que no sepas ya".

-¿Y por qué se destapa ahora?

-Porque los músicos están todo el rato fumando y bebiendo. Y el que publica una maqueta insignificante se cree bueno y no lucha por sus derechos. Pero luego lloran para que la gente vaya a los conciertos. Lo que no saben es que cuando las cosas culturales que producimos pierdan su valor creerán que somos unos locos desocupados.

-¿Internet favorece al ladrón?

-Los grupos jóvenes dicen que estoy viejo y equivocado, y que las cosas han cambiado. Pero luego me piden por favor si pueden anunciarse en mi muro de Facebook, incluso gratis. Que les den. . .

-¿La Red no debería ser entonces una plataforma libre?

-Yo trabajo para mi sello discográfico y mi agencia de contratación y lo que no voy a hacer es lo que hace la mayoría de la gente de este país, morder la mano que les da de comer. Será porque tengo un hijo, no lo sé. De momento yo defiendo que mis creaciones están protegidas por derechos de autor y el que quiera mis grabaciones tiene que pagar, estamos hablando de diez euros que vale ya un CD.

-¿Si su sello no vende, se plantea la autoedición como están haciendo otras bandas de pop?

-Si algún día me tengo que pagar mis grabaciones y no me queda más remedio lo haré. Lo que no voy a hacer es hacerlo de buen grado. Yo no digo que quiero ganar solo de mis conciertos. Yo quiero ganar de ellos y de los discos porque todo es mi trabajo. Es como si a ti te quitan una prima en tu trabajo.

-Si no, no hay manera de ganarse el pan con la música...

-Antes de que venciera la patente, el omeoprazol valía 30 ó 40 euros y nadie se quejaba. Si los investigadores no ganan dinero cómo van a investigar los laboratorios. Yo vivo con la incertidumbre de no saber cuántos conciertos voy a tener el mes que viene. No todo el mundo aguanta vivir así, es mucho mejor hacerse funcionario o pelota en una empresa. Y dile a este que le quitan un complemento de su sueldo.

-El llamado 'pop indie' parece estar más de moda que nunca, llena conciertos y entrevistas en los medios ¿lo celebra?

-Hace ya 20 años que existe. Sería absurdo que no tuviera ninguna repercusión en los medios. No pueden negar la existencia de ese fenómeno. Yo con mi nuevo disco puedo cerrar un telediario de La 2, pero de la primera es difícil...

-¿Qué significa hacer 'pop indie'?

-Lo de indie tenía sentido cuando había una industria musical poderosa que controlaba realmente todos los medios. Indie era como la guerra de guerrillas, los que íbamos aparte en el underground. Eso hoy día ha perdido un poco el sentido. Quizás había que aplaudir a internet por la ruptura de esa barrera. Aunque las multinacionales siguen controlando incluso la Red con la inserción de anuncios y la promoción que se hacen. Y los beneficios de esas páginas no llegan a los artistas. Sigue ocurriendo.

-De usted dicen que es antes escritor que músico, ¿es un piropo?

-Eso dicen. Por desgracia para mí a la letra en la música no se le da la toda la importancia como debería. Por eso yo me he puesto a escribir novelas y relatos.

-¿Es su plan B?

-A pesar de que puedo presumir de haber -casi- llenado conciertos, creo que no tengo mucha suerte en esto. Puedo fantasear con la literatura por fantasear, pero ya está.

-¿Y fantasea también con que llegue el día en que el plan de regeneración de Los Baños del Carmen se haga realidad?

-Ahí se ve claramente que hay demasiada administración, ¿y para qué? Para que se echen la pelota unos a otros y no resolver nada. Si yo fuera el alcalde, se me caería la cara de vergüenza, como malagueño adoptivo que me siento. Da igual de quien sea la responsabilidad. El que piense que aquello tiene el encanto del malecón de La Habana que se vaya a Cuba y vea cómo se pasa hambre, con todo ese rollo del romanticismo mal entendido...

-Le enfurece el tema...

-Es que no se trata ahora de derribarlo todo y hacer ahí un hotel como en el arenal de Valencia, que había una balneario antiguo y una de las Koplowitz lo cogió, y no se puede entrar de lo exquisito que es. Creo que lo que quieren hacer es dejar que sea tan espantoso para que llegue un momento en el que digan: "os va a gustar que lo derribemos". Que sepan las administraciones que canta mucho. Están abandonándolo para que luego nos dé igual que lo quiten.

-¿Qué solución le ve?

-Lo que tienen que hacer es arreglarlo como hicieron con la Caleta de Cádiz. Que ahora hasta ha ido James Bond a hacer una película.

-¿Y regenerar la arena?

-No creo que haya que tocarla ¿para qué? ¿Para poner tierra de derribo y que parezca que vienes de la obra? Es la única playa con arena natural de Málaga.

-¿Málaga necesita el Auditorio?

-¿Y el auditorio ese horroroso lleno de escalones que está al lado de la Feria? ¿Ese no vale? ¿Hay que hacer otro? ¿Para qué venga Maná otra vez? No se hacen tantos conciertos como para necesitar otro auditorio. Y cuando viene un grupo grande lo tienen que llevar a La Rosaleda. Lo que pasa es que a estos tíos solo les gusta la albañilería porque es donde dan los pellizcos gordos. No se puede ver más claro.

-¿Apoya que se den licencias para bares con música en directo en el centro de la ciudad?

-Mientras el Cervantes, el Echegaray, la Gades y el Cánovas no programen todos los días no es necesario que se haga más música en un garito. A los bares va la gente a beber y ligar, están hechos para eso. No es necesario que esté el pianista del oeste tocando. Porque además la gente no te echa cuenta. Hay muchos grupos que se pegan toda la vida tocando en bares y nunca salen de ahí porque son muy malos. No conozco a nadie que tenga verdadero talento componiendo o interpretando que no prospere. No tiene por qué haber todas las noches estruendo en un garito donde los vecinos quieren dormir y con grupos que no valen nada.

-¿Cómo tiene que reaccionar uno ante la inauguración y cierre del Muelle Uno?

-Es todo de tebeo, digno de Ibáñez y El Roto, dos genios que en una viñeta son capaces de lo que yo no soy capaz de hacer en una novela. Se quedan cortos. Más vergüenza da todavía lo de las calles de Cerrado de Calderón. Mi hijo vive en esa calle y yo pasé justo después del accidente. Los que bajan por ahí a 90 son todos cochazos, que están por encima de la ley. Y ni un badén, con la cantidad de golpes que hay en esas calles.

-¿Le tienta la política?

-Mi hijo se cachondea de mí y me dice que debería ser alcalde. Cuando estaba en el instituto me metí en el comité organizador del viaje de fin de curso. En la primera reunión quedamos en una pizzería y se gastaron todo el dinero de la clase en pizzas y cervezas. Ese día descubrí lo que era la política y decidí que no me gustaba.

-¿Se creyó lo de Málaga capital cultural europea?

-Por supuesto que no. Los primeros que tiraron la toalla fueron ellos. Una ciudad en la que la gente todavía no ha aprendido a tirar las cosas a la papelera no puede ser capital cultural nunca. Esta es una ciudad muy interesante y aquí se vive muy bien, pero el malagueño aún tiene ese punto semisalvaje . Y Valencia parece ser la hermana mayor de Málaga, en vez de Barcelona que sería la buena.

-¿Le trae problemas hablar claro?

-Yo siempre voy a decir lo que pienso. Esa es mi verdadera riqueza. Para mí eso es ser rico.

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