Málaga

La Junta espera que el Metro entre en la Alameda a mediados de año

  • Licita por 115 millones (sin IVA) el último tajo del suburbano, de 1,8 kilómetros.

La Junta de Andalucía pisa el acelerador del Metro de Málaga. Tras el revés que supuso aplazar la puesta en servicio parcial del suburbano en el ramal de Carretera de Cádiz, la Administración autonómica quiere despejar todas las dudas generadas a lo largo de los últimos meses y acaba de remitir la documentación necesaria para licitar la ejecución del último de los tramos del ferrocarril urbano, que transitará por la Alameda Principal y el Paseo del Parque. Esta pieza del proyecto, que afectará de lleno a la zona más sensible de la urbe, prolongará su construcción unos 38 meses, según las estimaciones técnicas iniciales, mientras que el coste ascenderá a 125 millones.

El último paso, comunicado ayer por la Administración regional, ha consistido en remitir el anuncio de licitación para su publicación hoy mismo en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE), lo que abre de par en par el proceso para la contratación de los trabajos. El Gobierno andaluz cifra en 115 millones de euros (sin IVA) el precio inicial de ejecución de un segmento de 1,8 kilómetros de longitud y que se extenderá desde el antiguo edificio de Correos, en la Avenida de Andalucía, hasta Paseo de Reding, donde estará localizada la futura estación de La Malagueta.

Con esta determinación se cumple lo que el pasado jueves anunció en Sevilla la propia consejera de Obras Públicas, Josefina Cruz, quien señaló que esta parte de la obra se impulsaría con carácter "inminente". Y así ha procedido la Agencia de Obra Pública de Andalucía. De acuerdo con las previsiones iniciales, el plazo del que dispondrán las empresas interesadas para presentar sus proposiciones es de 52 días, quedando fijado el límite el 24 de febrero próximo. Con este parámetro de partida, es más que posible que una vez adjudicados, los trabajos podrían iniciarse a mediados de 2012.

El gran objetivo que se marcan los responsables del suburbano es el de acortar al máximo los tiempos, con el fin de tratar de llegar hasta la estación término a finales de 2014, un deseo que se antoja complicado de cumplir. De hecho, para hacerlo sería preciso realizar tajos muchos más extensos de los que tradicionalmente han sido autorizados por el Ayuntamiento.

La respuesta del Consistorio en este punto se antoja crucial para el buen devenir de los acontecimientos. Cabe recordar que el pacto establecido entre el Ayuntamiento y la Junta condiciona la llegada de las máquinas a la Alameda a que sea repuesto en superficie el tramo previo, Renfe-Guadalmedina, que acumula una demora de diez meses como consecuencia de la aparición de restos arqueológicos. Si bien buena parte de Callejones del Perchel ya ha sido reurbanizada, queda aún la duda sobre cuándo terminarán las tareas en la glorieta Albert Camus y el segmento de la Avenida de Andalucía hasta el edificio de Correos.

Lo que se ignora de momento es qué vía usará la Administración regional para financiar la intervención. Parece descartada la opción de que la Junta costee la infraestructura de forma inmediata, dadas las evidentes dificultades que presentan las arcas autonómicas. Por ello, toma cuerpo la apuesta por un sistema de pago aplazado, con lo que la firma o firmas que se hagan con el contrato acepten la contraprestación económica una vez terminada la obra y en varias anualidades. Todo ello deberá quedar perfectamente definido en el pliego de condiciones que regirá el concurso.

El Guadalmedina-Malagueta es el último de los tramos del suburbano que quedaba por licitar y poner en carga, puesto que el resto del trazado, hacia Teatinos (línea 1) y Carretera de Cádiz (línea 2) están en proceso de ejecución. En esta parte del recorrido se sitúan dos estaciones, ambas con andén central: la de La Marina, que irá en la plaza que lleva el mismo nombre, y la de La Malagueta, aproximadamente en el número diez del Paseo de Reding.

Según el proyecto constructivo ya disponible, la construcción del tajo se llevará a cabo en un plazo cercano a los 36 meses, mediante la técnica de muros pantalla (la misma que se ha empleado en el resto del recorrido), dado que permiten unas estaciones más en superficie y con más potencial de captación de demanda. Ello se suma al menor coste que implica su desarrollo y el menor impacto sobre los edificios aledaños. Esta solución también contribuye a una menor afección al parking de La Marina.

El diseño presta especial atención a los ficus centenarios de la Alameda y da respuesta a la petición del Consistorio de prever la posible prolongación del Cercanías a La Marina, con lo que los muros pantalla irán más profundos para permitir la excavación de un segundo de túnel. Además, se dibuja el soterramiento del tráfico a la altura de esta plaza.

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