Málaga

Málaga impone más de mil multas por 'botellón' en lo que va de año

  • El Ayuntamiento cifra las sanciones por beber en la calle entre enero y marzo en 1.090, un 35% más que en el mismo periodo de 2011 · Cierra 13 bazares 'chinos' por vender alcohol a menores o por hacerlo a deshora

Ni la aprobación de una ley prohibiéndolo ni el aumento de la presión policial están consiguiendo el objetivo de evitar que los jóvenes hagan de la vía pública su particular espacio de copas. Los datos recopilados en los dos últimos años por el Ayuntamiento de Málaga constatan cómo el consumir bebidas alcohólicas en la calle sigue siendo una constante. De hecho, si a lo largo de 2011 se impusieron un total de 3.349 sanciones a jóvenes por este motivo (sólo veinte de ellos a menores de edad), en los tres primeros meses del presente ejercicio la cifra se dispara a 1.090, lo que supone 389 más (35,6%).

Es decir, que extrapolando esta cifra al resto del año, las actuaciones penalizadoras por parte del Consistorio podrán dispararse por encima de las 4.300 multas. Un número que puede ser incluso superior si se tiene en cuenta que el periodo enero-marzo no incluye los periodos festivos por excelencia en la capital de la Costa del Sol, caso de Semana Santa, Feria, las fiestas navideñas y el periodo estival.

El concejal de Seguridad, Julio Andrade, explicó que más allá de la sanción económica por el incumplimiento de la normativa, "que al final pagan los padres", la intervención municipal busca dirigir el pago de estos jóvenes con acciones de concienciación. Un paso al que se suma el envío a los padres de los infractores de cartas informando de los problemas en los que se ven implicados sus hijos y ante las que, según los responsables de la Policía Local, la reacción es variopinta.

"En muchas ocasiones no hay respuesta por parte de los padres y en otras lo que nos vienen a decir que nos preocupemos de nuestras asuntos, que ese es un problema suyo", expuso Andrade. "Imaginamos que a todos los sorprenderá que sus hijos, que parecen perfectos, son denunciados por consumir alcohol o drogas en la calle", apostilló Fernando Cerezo, jefe de la Policía Local.

Más allá del consumo en la vía pública, los responsables del equipo de gobierno del PP informaron sobre la presión que se está ejerciendo sobre los locales que venden alcohol a menores de edad o que lo hacen fuera de los horarios permitidos. Sobre ello, Andrade detalló que en los primeros tres meses del año el Ayuntamiento ha procedido a ordenar el cierre de trece establecimientos, "todos ellos regentados por personas de origen asiático", por reincidir en incumplir la normativa. El edil expuso que uno de estos comercios (situado en Cánovas del Castillo), que suelen ser bazares, estará precintado por un periodo de seis meses, otros cuatro por tres meses, mientras el resto lo estará por unas semanas.

Se da la circunstancia de que a pesar de que las competencias en materia sancionadora están en manos municipales desde 2007, ésta es la primera ocasión en la que el Consistorio aprieta hasta llegar al cierre a los infractores. Antes, la acción se limitaba a la apertura de expedientes sancionadores y al cierre de la instalación algunos días de modo preventivo. Según admite el propio Consistorio, se observa una clara evolución de las sanciones desde 2007, "coincidiendo con la proliferación de establecimientos regentados por personas de origen asiático"; es decir, de los conocidos 'chinos'.

A lo largo de los seis últimos años (2006-2011), son 304 las multas impuestas (que pueden alcanzar los 15.000 euros en el caso de las graves y que, si se reitera la conducta aumentan hasta los 30.000 euros), de las cuales 193 son graves y 11 son leves. En el caso del año pasado, el Ayuntamiento fijó 69 sanciones graves y 26 leves.

Sobre ello, el concejal de Derechos Sociales, Francisco Pomares, admitió que si bien en los primeros años las conductas inadecuadas de estos propietarios de origen asiático podían relacionarse con el desconocimiento, ahora no. "Ya es para ponernos serios; no podemos permitir estos comportamientos", añadió. Pomares destacó la necesidad de que exista un mayor grado de concienciación en las familias respecto al alcohol como una droga. "Nos aterra el aumento de jóvenes que acaban en las urgencias de los hospitales por comas etílicos; pensar que no pasa nada es un error", insistió.

Junto a los responsables municipales estuvo presente en el acto de ayer el presidente de la Fundación Fulgencio Benítez para la Intervención en Adicciones, Justo Aliseda, quien insistió en la necesidad de "concienciar a las familias y educar a los niños desde pequeños" en que el alcohol "es una droga".

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