Málaga

'Speed', la droga de la crisis

  • Su precio, casi una tercera parte inferior al de la cocaína, favorece que su consumo se extienda · Expertos alertan de la dependencia que puede crear

Hasta el mercado de la droga se ve afectado por la crisis. El speed, un potente estimulante compuesto por sulfato de anfetamina, ha irrumpido con fuerza en estos últimos años y está llegando a hacerle competencia a la cocaína, que sigue siendo la sustancia más demandada. Responsables de Energy Control, un colectivo que trabaja para reducir los riesgos en el consumo de drogas, vienen detectando este cambio de tendencia en los hábitos de consumo desde hace años. Su precio, 20 euros el gramo por los 60 de la cocaína, ha favorecido su expansión entre un público mayoritariamente juvenil, aunque como advierte Claudio Vidal, psicólogo de Energy Contirol, se trata "de consumidores experimentados que buscan cosas nuevas".

Conocida en la calle como la cocade los pobres, sus efectos son muy parecidos a los de la cocaína. Según los expertos, las dos producen un efecto estimulante (energía, disminución del cansancio, euforia, locuacidad...) e incrementan la tensión arterial y la frecuencia cardíaca. Los efectos adversos (dificultad para conciliar el sueño, irritabilidad, taquicardia, ansiedad...) y tóxicos (problemas cardiovasculares, psiquiátricos...) que pueden aparecer con el uso intenso o continuado en el tiempo son asimismo prácticamente los mismos. Ambas sustancias, además, son capaces de producir dependencia en algunas personas. La diferencia más importante entre el speed y la cocaína se encuentra en la duración de sus efectos.

Como asegura Vidal, su compra, si se conocen los canales adecuados, "es relativamente fácil". Fuentes policiales apuntan también a su precio como una de las claves que explicarían su expansión, sobre todo en momentos de crisis económica, aunque mantienen al igual que Vidal, que la cocaína continúa siendo la sustancia más demandada. No obstante, desde Energy Control se alerta de que este tipo de sustancia también se está adulterando, sobre todo con cafeína. En cuanto a la cocaína, Energy Control ha detectado que su composición está cada vez más adulterada. A los tradicionales anestésicos locales, diluyentes y alteraciones con cafeína, se le ha unido en los últimos tiempos el uso de antiparasitarios.

La preocupación de Energy Control también alcanza a las nuevas drogas de diseño. De hecho, según el último informe publicado por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, en 2011 se identificaron 49 nuevas sustancias por las 41 de 2010 y las 24 de 2009. Los nombres de estas sustancias que se pueden comprar a través de internet parecen jeroglíficos matemáticos o compuestos químicos: 2C-E, 5-Meo-DMT, 4-Ac-DiPT, mefredona, metilona, butilona o cannabinoides sintéticos. Apenas existe literatura científica, pero no son palabras desconocidas para un público minoritario. Son los nombres de chemical research, drogas de nueva generación que se venden en la Red. La particularidad de este tipo de sustancias es que no son ilegales hasta que las autoridades de cada país conocen su existencia, estudian sus riesgos y toman medidas. Los efectos de estos estimulante están más cerca de las anfetaminas o la cocaína que del MDMA, más conocido como éxtasis. Puede presentarse en polvo, con un aspecto blanco o amarillento, o en píldoras, como habitualmente se vende por internet. Algunas páginas web ofrecen la sustancia como fertilizante para plantas y alertan en los envases de que no es apta para el consumo humano. Se puede administrar oralmente o esnifar.

La irrupción de la mefedrona y la de los demás nuevos productos de diseño es consecuencia de la crisis que se produjo a finales de 2008 en el mercado del éxtasis. La falta de acceso a los componentes químicos que lo configuran provocó una carencia en el mercado. Es ahí cuando empieza a aparecer éxtasis de peor calidad: en 2008, el 91,2% de las pastillas de éxtasis que analizaban en Energy Control contenían MDMA (metilendioximetanfetamina, el principio activo); en 2009, tan solo un 36%.

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