La Universidad de Málaga (UMA) está haciendo encaje de bolillos para mantener a sus 591 profesores asociados, categoría en la que se encuadran profesionales activos en el sector privado contratados por la institución académica para impartir hasta seis horas de clase a la semana. Las retribuciones brutas anuales máximas que perciben ascienden a 12.000 euros.

El Vicerrectorado de Ordenación Académica y Profesorado que dirige María José Blanca ha informado a los departamentos que intenten mover al personal asociado excedente hacia áreas deficitarias con contenidos similares y, en caso de no poder ser así, que opten por reducir sus horas de docencia. "En principio, todos los contratos de asociados se renuevan el próximo curso", aclara María José Blanca.

El excedente de asociado se explica por el Real Decreto Ley de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo, aprobado por el Gobierno en abril de este año por el que se eleva la docencia de 240 a 230 horas anuales a aquellos profesores que no se dediquen activamente a la investigación. Al tiempo, la Junta de Andalucía ha decidido que los doctores contratados (200 en total en la UMA) al no poder acreditar la investigación aunque se dediquen a ella también tengan que destinar 320 horas a la docencia.

Esto quiere decir que la mayoría de los departamentos tienen ahora más capacidad docente y, por tanto no necesitan en la misma medida a los asociados, que representan más de 24% de los 2.394 profesores que en total tiene la UMA.

José Antonio Aguado dirige el Departamento de Ingeniería Electrónica que cuenta con 26 profesores, de ellos cinco asociados, tres de ellos a seis horas a la semana y dos a sólo tres horas. La propuesta que planteará al equipo de Gobierno de la UMA pasa por reducir el número de horas.

El Departamento de Tecnología Electrónica tiene 50 profesores, de los que dos son asociados. Su director, Gonzalo Joya, indica que la solución que han buscado pasa por reducir de seis a tres horas la docencia de los asociados y aunque sobre el papel estén salvados lamenta la pérdida de capital humano que representa para este área. Uno de ellos es ingeniero en Fujitsu y colabora con el departamento desde hace 30 años, lo que le ha convertido en el tercer docente más veterano. "En su trabajo se ocupa de formar a usuarios en nuevos productos y ese es un perfil muy técnico que nos viene muy bien. Además, es muy colaborador. Ha desarrollado un sistema de prácticas sobre microprocesadores para los alumnos". El segundo asociado de Tecnología Electrónica es profesor de instituto. Joya recuerda que en seis años ha publicado ocho artículos en revistas de impacto", un hito que no todos los titulares logran con facilidad.

El director de la Escuela de Informática, Ernesto Pimentel, confía que las reducciones de horarios sean suficientes para equilibrar capacidad y carga docente, mientras que el decano de Derecho, Juan José Hinojosa, precisa que se podrá mantener la plantilla de asociados del centro con reducciones de horas y en dos casos con el cambio de áreas, de modo que pasarán de Derecho Romano y Eclesiástico a reforzar áreas deficitarias, como Mercantil.

María Antonia Martínez, directora del Departamento de Filología Griega, Estudios Árabes, Lingüística General y Documentación subraya que en dos de las cuatro áreas de su competencia ni siquiera hay asociados y la carga de trabajo está acorde con la capacidad de su plantilla, sin embargo a Lingüística General se incorporará un asociado que queda fuera del área de Lengua Española y Literatura y a otro del área de documentación se le va a ofrecer la posibilidad de seguir en Comunicación Audiovisual o en Historia del Arte. La vicedecana de Filosofía y Letras, María José Berlanga, agrega que la reducción de los horarios y los cambios de área en principio parecen suficientes para mantener la plantilla de asociados en su centro.