El camino iniciado por el Ayuntamiento de Málaga para que en la plataforma del dique de Levante se levante un hotel-rascacielos de 170 metros de altura, unas 40 plantas, parece despejado de inicio. La iniciativa, que ayer adelantó Málaga Hoy, ha sido acogida de forma positiva por el recién nombrado presidente de la Autoridad Portuaria, José Sánchez Maldonado, cuestión nada baladí si se tiene en cuenta que es éste el organismo al que compete impulsar un proyecto de estas características, al situarse sobre suelo portuario.

"Sería de locos decir que no vamos a analizar un proyecto que se supone tiene esta envergadura", expuso Sánchez Maldonado al ser preguntado por la intervención. El sustituto de Enrique Linde reconoció, no obstante, que será necesario conocer los detalles en torno al planteamiento del Consistorio. Algo que podrá hacer mañana mismo en el encuentro que tiene a primera hora con el regidor, Francisco de la Torre. "Pedí una visita de cortesía e imagino que trataremos este asunto", indicó.

A su juicio, de ser una iniciativa con bases sólidas, se trataría de una actuación que "añade valor y potencia la estructura productiva de la ciudad". "Pero habrá que ver qué es, si se puede hacer o no, qué dicen las leyes...", dijo, al tiempo que insistió en varias ocasiones en la necesidad de generar un debate en el que participen todos los sectores de la sociedad de la capital de la Costa del Sol. "Habrá que ver qué opina la Cámara de Comercio, la Confederación de Empresarios...", apostilló.

La respuesta de la Autoridad Portuaria aplaca los posibles temores del equipo de gobierno ante una intervención que, a pesar de que sea impulsada por él, requiere del visto bueno del Puerto. Incluso con el aval de este organismo, el terreno sobre el que se levantaría el hotel, de 14.000 metros cuadrados, tendría que ser desafectado, lo que necesita de la autorización del Consejo de Ministros.

Sánchez Maldonado no es el único que mira con buenos ojos el proyecto retomado del hotel del puerto. El vicepresidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), Francisco Moro, centró más su análisis en el valor que aportaría a la ciudad contar con un edificio "emblemático", del que carece en este momento. A ello añadió la falta que tiene la capital de instalaciones de este tipo cara a ciertos acontecimientos, en los que "nos falta un salto más". No obstante, pidió que cualquier avance en esta iniciativa cuente previamente con análisis sobre la oferta y la demanda hotelera, "no sea que al final tengamos más camas de las que se van a comprar".

Las dimensiones de la propuesta municipal fueron igualmente ensalzadas por la responsable de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP) de Málaga, Violeta Aragón. "Es una iniciativa interesante que no hay que descartar a priori; a eso se suma que Málaga necesita de un edificio singular, que todas las grandes ciudades ya tienen", agregó.

Desde el Colegio de Arquitectos se puso el acento en la necesidad de conocer la existencia o no de algún promotor tras la intervención y se llamó la atención sobre el hecho de que los diseños de la propuesta hayan correspondido a la propia Gerencia de Urbanismo. "El Ayuntamiento lo que debe estudiar, más que el diseño, son las condiciones urbanísticas de esa posible implantación, dadas las posibles interferencias con los usos ya desarrollados y los problemas de conexión con la ciudad", comentó Antonio Vargas, decano del ente.

Al tiempo, obvió cualquier duda sobre los 170 metros de altura del inmueble. "La ciudad no tiene que tenerle miedo a la altura; ese problema ya ha sido superado hace tiempo", abundó. Incluso, planteó la posibilidad de, aprovechando la actuación dibujada en la plataforma del dique de Levante, de transmitir a ese punto parte de la edificabilidad ahora concentrada en el muelle 4, el paralelo a la calle Muelle de Heredia y sobre hay proyectado desde hace años un gran complejo de oficinas, estancado sine die como consecuencia de la crisis económica.