Desde el pasado lunes, los médicos del Servicio Andaluz de Salud deben prescribir para 156 principios activos los fármacos adquiridos a través de la subasta establecida por la Junta de Andalucía. Pero el problema es que hay un desabastecimiento de esos medicamentos subastados. El resultado es que los boticarios han tenido que sustituir en apenas tres días -desde lunes hasta el miércoles inclusive- unas 25.000 recetas por fármacos alternativos a los de la subasta.

"La situación se está produciendo porque los laboratorios no están suministrando las cantidades debidas", indicó el presidente del Colegio de Farmacéuticos, Javier Tudela. No obstante, aclaró que los pacientes se llevan el medicamento porque las farmacias le entregan uno similar tras la autorización de la Administración sanitaria.

Según Tudela, el desabastecimiento se está produciendo en 43 de los principios activos, pero como son los más demandados provocan que en dos de cada tres recetas en la que un médico prescribe esos fármacos de la subasta éstos tengan que ser cambiados por otros. El representante de los farmacéuticos apuntó que aunque al final al paciente no le repercute, sí retrasa y burocratiza la labor de las farmacias que deben comunicar al Colegio la falta del medicamento. Esta organización a su vez debe notificarlo al SAS para que compruebe que realmente falta el fármaco y autorice la dispensación de otro alternativo. "No es un problema de las farmacias porque hay cuatro repartos diarios de medicamentos. El problema es que los laboratorios no suministran la cantidad suficiente a los almacenes", insistió Tudela.

La subasta de fármacos dispuesta por la Administración andaluza está recurrida por el Ministerio de Sanidad ante el Tribunal Constitucional por invadir competencias estatales y restringir el acceso al medicamento.