Málaga

Niños que aprenden a pensar

  • La vigilancia temprana y la implicación familiar son vitales para conseguir resultados en el tratamiento del trastorno por déficit de atención

Casi 60 niños y adolescentes reciben atención directa en el Centro de Psicología Avanza, un espacio especializado en la población con trastorno por déficit de atención. Padres, pediatras o profesores de menores que presentan problemas de aprendizaje, de autoestima u otras dificultades acuden a este centro intentar hallar una solución. La doctora Silvia Hidalgo, profesora de la Universidad de Málaga y psicoterapeuta, dirige este centro que trabaja de forma coordinada con las familias y los colegios. La intervención temprana es una de las claves del éxito con estos pequeños.

"Aquí trabajamos en talleres, tenemos talleres de comunicación y relaciones sociales, de pensar en voz alta, de aprender a pensar, aprender a estudiar..." explica la doctora Hidalgo. "Les intentamos dar las habilidades básicas para adquirir los conocimientos que se imparten en la clase, pero también aprenden normas de socialización, porque normalmente tienen esa dificultad asociada", añade la directora del centro Avanza. Porque, como señala, el interés no está sólo en cubrir la parte intelectual, sino también la afectiva y social.

En muchos casos, como relata Silvia Hidalgo, tan sólo consiste en quitar el bloqueo, en "motivar las habilidades que el niño sí posee". Para conseguir esto se trabaja en grupo y en sesiones individuales la parte clínica. En un ambiente en el que predomina la privacidad se intentan hallar los aspectos más personales, se pregunta por las relaciones particulares con los padres y profesores, por los miedos, la ansiedad por los exámenes, por ejemplo, los problemas para conciliar el sueño o la vuelta al pipí en la cama.

Estos trastornos suelen afectar a diversas fases del desarrollo y "si se dejan van creciendo, es el clásico efecto bola de nieve, a veces son problemas pequeños y si no se da la ayuda suficiente para superarlos esa dificultad se engrandece", considera la directora del centro, que agrega que la "la intervención temprana y la implicación de la familia" son vitales para conseguir resultados. En casa, como apunta la doctora Hidalgo, lo primero que tenemos que crear es un ambiente óptimo para exigir después al niño, hay que tener bien sentados los límites, horarios, hábitos de estudio, autonomía personal. "Los hacemos torpes con el exceso de protección, que detiene el desarrollo del niño y hay que aprender a los fallos, inculcar la cultura del esfuerzo", sostiene.

Para esta experta, que lleva más de veinte años trabajando en el campo de la psicología infantil, los padres de hoy "tienen expectativas poco realistas sobre sus hijos y se basan más en el egoísmo, buscan el hijo perfecto y no dejan que éste se desarrolle en sus propias potencialidades", afirma la psicóloga, para quien es fundamental el ofrecer la posibilidad de aprender y trasladar que el error no es negativo porque "el temor a equivocarse los puede paralizar y entonces vienen los exámenes en blanco o la callada por respuesta porque no quieren defraudar".

Por ello, en el centro Avanza consideran que cuando se pone el punto de vista en el niño y se trabaja de manera conjunta padre, profesor y terapeuta, los resultados son mucho mejores. "El niño piensa que puede conseguirlo, ve ese avance y no se frustra". Hidalgo sostiene que no hay que obsesionarse con "meterle contenidos al escolar" sino trabajar más en lo personal, en la autonomía, en la capacidad de expresarse, relacionarse con los demás, "así se sentirá seguro".

Los avances en psicología infantil permiten una mayor detección de casos aunque, como resaltan desde este centro, sin embargo, aún "no tenemos la conciencia de la psicología preventiva", señala. La vida frenética de padres y niños dificulta que se pase tiempo de calidad con los pequeños y que se compensen estas relaciones personales con llenar a los pequeños de cosas que innecesarias y que pueden equivocarlos al pensar que todo está hecho.

"La terapia consiste en que el niño sea consciente de sus dificultades y cómo superarlas, aquí les enseñamos estrategias pedagógicas y psicológicas, trucos, para resolver sus conflictos", comenta la doctora Silvia Hidalgo. Ella y otros tres terapeutas trabajan con el "autocontrol, la impulsividad" e intentan implantar la idea de que existe la dificultad pero que superarla es un reto posible y que depende de uno mismo.

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