Málaga

Cuatro empleados municipales de Nerja investigados por una obra ilegal

  • La Guardia Civil acusa también al promotor de la edificación que trabajaba para el Ayuntamiento como electricista

Cuatro empleados municipales del Ayuntamiento de Nerja y un promotor, que ha trabajado como electricista para la Corporación municipal, están acusados por la Guardia Civil de un presunto delito contra la ordenación del territorio por la construcción de parte de una vivienda y una piscina en una parcela situada en suelo no urbanizable y sin contar supuestamente con licencia municipal.

El juzgado de instrucción número 1 de Torrox es el que se ha hecho cargo de las diligencias presentadas en su día por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y, que según confirmaron a este periódico fuentes judiciales, implican al arquitecto municipal, un inspector de Urbanismo, la instructora municipal encargada del expediente urbanístico en cuestión y un oficial de la Policía Local por "dejadez de sus funciones", además del promotor y dueño de la edificación que trabajaba supuestamente como electricista para una contrata de mantenimiento del Ayuntamiento y que edificó presuntamente la obra sin permiso.

Los hechos, según las mismas fuentes, se remontan a 2010 cuando éste último inició supuestamente la construcción de una piscina en una parcela no urbanizable, en la que originariamente solo había una alberca, y sobre la que edificó además una cocina y una barbacoa. Pero lo que los agentes del Seprona descubrieron en su primera inspección a la obra a finales del año pasado es que bajo rasante se había levantado además un cuerpo edificatorio que había sido tabicado y distribuido en forma de vivienda.

Fue lo que había denunciado verbalmente un vecino del promotor de esta obra al Consistorio nerjeño en varias ocasiones, si bien la denuncia por escrito no la formuló hasta septiembre de 2012, y por lo que se llegó a abrir un expediente sancionador en 2011. Sin embargo, las fuentes judiciales consultadas aseguraron que el expediente municipal presuntamente solo hacía referencia a la parte de arriba, es decir, a la piscina, cocina y barbacoa, y no a la edificación semiencubierta construida bajo rasante a pesar de que el inspector municipal visitó la obra hasta en siete ocasiones, según consta en las diligencias.

Aún así, el expediente sancionador derivó en la imposición de una multa inicial de 25.000 euros, aunque finalmente se redujo la cuantía tras alegar supuestamente el promotor que había derribado de forma voluntaria la cocina y la barbacoa. Al parecer, y según fuentes judiciales, el promotor solamente tenía licencia municipal para vallar la parcela pero no para construir el muro que finalmente levantó. Además, también había solicitado en 2011 licencia para hacer un apero de labranza que le fue denegada por Urbanismo por haber comenzado la obra sin permiso.

Por todo ello, una vez iniciado el procedimiento sancionador contra el promotor de esta obra y vecino del municipio, el concejal de Urbanismo dio orden a la Policía Local de la paralización y el precintado de la misma, pero de nuevo sin incluir supuestamente la vivienda que se estaba construyendo en la parte baja y que estaba prácticamente terminada. Sin embargo, el oficial encargado de hacerlo solo entregó al promotor supuestamente la notificación del decreto municipal que informaba de la paralización y precintado, pero ni paralizó ni precintó la obra como se le había ordenado.

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