El Ayuntamiento de Nerja muestra su confianza en los cuatro empleados municipales investigados por la Guardia Civil por un presunto delito contra la ordenación del territorio y asegura que el expediente urbanístico al que hace referencia las diligencias llevadas a cabo sobre una vivienda supuestamente ilegal "ha sido resuelto conforme al procedimiento legalmente establecido".

A través de comunicado remitido ayer por el propio Consistorio, la concejalía de Disciplina Urbanística quiso poner de manifiesto que los expedientes tramitados al respecto, tanto sancionador como de protección de la legalidad sobre la obra denunciada por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) "han sido tramitados y resueltos".

Según añadió la nota, este hecho "está constatado y acreditado por las investigaciones desarrolladas por la Fiscalía tras las diligencias inicialmente tramitadas por el Seprona en las que no aprecia indicio alguno de responsabilidad por parte de los funcionarios municipales".

Por esta razón, el Ayuntamiento de Nerja insistió en que los cuatro empleados investigados cuentan con "la confianza plena del gobierno municipal al haber actuado en todo momento en cumplimiento de funciones".

Además de estos cuatro empleados, el Seprona también acusó al promotor de la obra, que ha trabajado como electricista para la Corporación municipal, por la construcción de parte de una vivienda y una piscina en una parcela situada en suelo no urbanizable y sin contar supuestamente con licencia municipal. El juzgado de instrucción número 1 de Torrox es el que se ha hecho cargo de las diligencias presentadas en su día por los agentes y que implican al arquitecto municipal, un inspector de Urbanismo, la instructora municipal encargada del expediente urbanístico en cuestión y un oficial de la Policía Local por "dejadez de sus funciones".

Los hechos se remontan a 2010 cuando éste último inició supuestamente la construcción de una piscina en una parcela no urbanizable, en la que originariamente solo había una alberca, y sobre la que edificó además una cocina y una barbacoa. Pero lo que el Seprona descubrió en su primera inspección a la obra a finales del año pasado es que bajo rasante se había levantado además un cuerpo edificatorio que había sido tabicado y distribuido en forma de vivienda.