Pedalada a pedalada, el Ayuntamiento de Málaga quiere remendar la red de carriles bici extendida hasta la fecha en la ciudad y que, todos los actores implicados asumen, tiene en la falta de conexión de los diferentes itinerarios su principal tara. En este escenario, los responsables del área de Movilidad trabajan en la idea, justamente, de coser las plataformas ya disponibles, que suman del orden de quince kilómetros, mediante la ejecución de nuevos tramos con los que mejorar su funcionalidad.

Tres son las principales apuestas del área dirigida por Raúl López: continuar el recorrido del Paseo Marítimo Antonio Banderas hacia el entorno del Martín Carpena, aprovechando el nuevo acceso al Puerto; ejecutar una plataforma por Ortega y Gasset, Horacio Lengo y la Avenida de la Aurora, hasta el cruce con la Avenida de las Américas, y un tercer recorrido por la Avenida Cervantes (frente a la Casona del Parque), discurriendo hacia el Paseo de Reding y bajando por la calle Cervantes hasta el Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso.

La pretensión del área municipal es que estas intervenciones puedan beneficiarse de la colaboración económica prevista por la Junta de Andalucía para este ejercicio. La Consejería de Fomento, en el marco del Plan Andaluz por la Bicicleta, anunció meses atrás la reserva de unos 10 millones de euros para potenciar la construcción de estas infraestructuras. Y parte de ese dinero lo quiere el equipo de gobierno del PP para mejorar sus instalaciones. Estos tres ramales en proyecto requieren de poco más de 600.000 euros para su ejecución.

"En el mandato anterior se hizo una apuesta interesante, pero hay zonas en la que estábamos esperando a que el Metro despejase ciertas vías para conectarlas", expuso López, que destacó que el plan sobre el que están trabajando en este momento los técnicos del departamento incluye otras acciones de menor calado pero de valor significativo, ya que permitirá enlazar otros carriles inconexos.

En concreto, el documento resalta dos puntos en los que los itinerarios ciclistas están pendientes de su ejecución por parte de la concesionaria del Metro de Málaga, caso de la calle Virgen de la Cabeza y su continuidad por la Avenida Juan XXIII y la calle Callejones del Perchel, recientemente abierta al tráfico tras casi cuarenta meses de obras vinculadas al ferrocarril urbano.

No obstante, la principal asignatura pendiente que tiene sobre sí el plan de carriles bici de la capital de la Costa del Sol apunta directamente al Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso. Este espacio ciudadano, tras más de un lustro de intentos infructuosos, sigue a día de hoy huérfano de un espacio delimitado para el paso de los ciclistas. Bien es cierto que la ordenanza municipal permite el paso de los mismos por la zona peatonal, aunque obligando a que transiten al ritmo de los caminantes.

La apuesta municipal por actuar en esta zona se ha vuelto a ver frenada en las últimas semanas por la negativa de la Junta de Andalucía y del Ministerio de Fomento a actuar sobre la arena de la playa y sobre uno de los carriles del paseo marítimo en dirección este. "En este momento estamos trabajando en dos opciones, una de ellas temporal y la otra definitiva", admitió el edil de Movilidad. La de mayor calado supondría ejecutar el carril bici sobre la arena desde el antiguo restaurante Antonio Martín hasta el antiguo tranvía, punto a partir del cual la plataforma reservada subiría a la carretera para ocupar uno de los viales hasta los Baños del Carmen.

"Esta es la solución fija", dijo López, que por el momento se ha topado con el rechazo de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, así como del Gobierno central. No obstante, las posiciones, según fuentes de la Administración regional, no son inamovibles, abriéndose la posibilidad de, en un próximo encuentro, reconsiderar las posiciones. Sobre ello, López recordó que la Dirección General de Costas abrió a la posibilidad de ocupar parte de la arena siempre que no se ejecutase obra y que el carril se delimitase con una especie de plataforma de bajo impacto.

En caso de que la negativa se mantenga en el tiempo, el área de Movilidad estaría analizando como alternativa la posibilidad de "aprovechar" el espacio peatonal del propio paseo Pablo Ruiz Picasso y "ordenar su anchura". "Podríamos ocupar dos metros para las bicis y el resto para el tránsito de los peatones", comentó el concejal del PP. Esta intervención, en caso de poder desarrollarse, podría ascender a cerca de un millón de euros.