Izquierda Unida pierde su principal alcaldía en la provincia de Málaga. La alcaldesa de Manilva, Antonia Muñoz, y sus concejales presentaron ayer su baja en la coalición en medio de serias dudas sobre la rectitud de su gobierno y sospechas de enchufismo. La salida se produjo en el transcurso de una reunión con el coordinador provincial, José Antonio Castro.

La dirección exigía la dimisión de la alcaldesa para "poner el contador a cero" en Manilva, donde hay al menos dos causas judiciales abiertas originadas por presuntas irregularidades en la contratación de cerca de un centenar de familiares y simpatizantes políticos y por el pago de 666.000 euros a empresas vinculadas a Antonia Muñoz, su marido y un familiar. Sin embargo, en lugar de su renuncia, Castro se encontró con el abandono en bloque del equipo, que deja IU pero sigue en el gobierno local.

La ruptura de Antonia Muñoz e Izquierda Unida, al frente de cuyas siglas ha sido tres veces alcaldesa, era una crónica anunciada después de que el coordinador federal de la coalición, Cayo Lara, dijera hace cuatro días que si era cierto, como afirmó en un programa de televisión, que había realizado contrataciones a dedo "en este momento no debería estar de alcaldesa, tendría que haber renunciado al cargo y no debería estar en un cargo de Izquierda Unida. Eso lo tengo clarísimo".

El grupo municipal de Antonia Muñoz difundió ayer por la mañana un comunicado en el que se presenta como una víctima atacada con "una serie de falsas noticias relativas a contrataciones municipales con la única intención de proyectar ante la opinión pública una imagen de corrupción que no se corresponde a la realidad" y que únicamente daña a Manilva y a Izquierda Unida. Afirma que Antonia Muñoz y su equipo son atacados "para perjudicar a IU con el fin de que "los ciudadanos piensen que todos los partidos son iguales". Subraya que se han convertido en una diana "para desprestigiar la única fuerza política garante de la lucha contra la corrupción y las desigualdades".

La baja de Antonio Muñoz diluye a Izquierda Unida en el único municipio de la Costa que gobernaba, junto a Casares. El coordinador provincial, José Antonio Castro, indicó que "se consultará a los militantes y se procederá a actuar para que Izquierda Unida pueda trabajar en este municipio siguiendo las directrices acordadas en las asambleas provincial y andaluza".

Este panorama devuelve Manilva a su estado natural: la inestabilidad política. El municipio ha cambiado siete veces de alcalde en 18 años, ha sufrido dos mociones de censura y pactos de todos y contra todos. Antonia Muñoz ha sido tres veces alcaldesa. La primera en 1999 gracias a un acuerdo de gobierno entre IU y el PSOE. Apenas duró unos meses. En 2000 el entonces socialista y ahora independiente Emilio López Berenguer selló un pacto con el GIL que le condujo a la alcaldía y le valió su expulsión del PSOE. En 2003 el ex GIL Pedro Tirado concurrió como independiente en las elecciones y gracias al apoyo de IU y Antonia Muñoz se hizo con la alcaldía. En 2005 fue detenido y en octubre del año pasado fue condenado por cobrar un soborno de 762.000 euros.

El arresto y encarcelamiento del alcalde provocó otro giro inesperado. El único concejal del PSOE en el municipio, Salvador Zotano, aceptó el apoyo de los hombres de Tirado, todos antiguos giles, y se hizo con el gobierno municipal. La dirección socialista también lo expulsó, aunque en 2007 lo recuperó como candidato.

En las elecciones de 2007 Antonia Muñoz volvió a la alcaldía con el apoyo del independiente y ex socialista Emilio López Berenger, hasta que en 2009 dos ediles abandonaron la formación independiente, la alcaldesa cambió de pareja de baile y selló un acuerdo de gobierno con el PSOE, apadrinado por la dirección provincial de ambas formaciones. Ese panorama se mantuvo hasta que tras los comicios de 2011 prescindió de los socialistas y volvió a aceptar el apoyo de López Berenguer. Actualmente gobierna con el apoyo de dos concejales independientes. PSOE y PP ocupan la oposición con cuatro escaños cada uno. ¿Aguantará el pacto hasta las próximas municipales? Está por ver. En Manilva todo es posible.